Bradbury Ray El Flautista

Páginas: 7 (1705 palabras) Publicado: 21 de junio de 2015
EL FLAUTISTA
Ray Bradbury

- ¡Ahí está!, ¡Señor! ¡Míralo! ¡Ahí está! - cloqueó el viejo, señalando con un calloso
dedo -. ¡El viejo flautista! ¡Completamente loco! ¡Todos los años igual!
El muchacho marciano que estaba a los pies del viejo agitó sus rojizos pies en el
suelo y clavó sus grandes ojos verdes en la colina funeraria donde permanecía inmóvil
el flautista.
- ¿Y por qué hace esto? -preguntó.
- ¿Qué? - el apergaminado rostro del viejo se frunció en un laberinto de arrugas -.
Está loco, eso es todo. No hace más que permanecer ahí, soplando su música desde el
anochecer hasta el alba.
El tenue sonido de la flauta se filtraba en la penumbra, creando apagados ecos en
las bajas prominencias y perdiéndose poco a poco en el melancólico silencio. Luego
aumentó su volumen, haciéndose másalto, más discordante, como si llorara con una
voz aguda.
El flautista era un hombre alto, delgado, con el rostro tan pálido y vacío como las
lunas de Marte, los ojos de color cárdeno; se mantenía erguido recortándose contra el
tenebroso cielo, con la flauta pegada a los labios, y tocaba. El flautista... una silueta...
un símbolo... una melodía.
- ¿De dónde viene el flautista? - preguntó elmuchacho.
- De Venus - dijo el viejo. Se quitó la pipa de la boca y la atacó -. ¡Oh!, hace más de
veinte años, a bordo del mismo proyectil que trajo a los terrestres. Yo llegué en la
misma nave, procedente de la Tierra: ocupamos dos asientos contiguos.
- ¿Cómo se llama? - la voz del muchacho era infantil, curiosa.
- No lo recuerdo. En realidad, creo que nunca he llegado a saberlo.
Les alcanzó unimpreciso ruido de roces. El flautista seguía tocando, sin prestar
ninguna atención. Procedentes de las sombras, recortándose contra el horizonte
tachonado de estrellas, estaban empezando a llegar formas misteriosas que se
arrastraban, se arrastraban.
- Marte es un mundo que se muere - dijo el viejo -. Ya no ocurre nada importante
aquí. Creo que el flautista es un exiliado.

1

Las estrellas seestremecían como un reflejo en el agua, danzando al ritmo de la
música.
- Un exiliado - prosiguió el viejo -. Un poco como un leproso. Le llamaban el
Cerebro. Era el compendio de toda la cultura venusiana hasta que llegaron los
terrestres con sus sociedades ávidas y sus malditos libertinajes. Los terrestres lo
declararon fuera de la ley y lo enviaron a Marte para que terminara aquí sus días.
- Marte es unmundo que se muere - repitió el chiquillo -. Un mundo que se muere.
¿Cuántos marcianos hay ahora, señor?
El viejo dejó oír una risita.
- Creo que tú eres tal vez el único marciano de pura raza que queda con vida,
muchacho. Pero hay muchos millones más.
- ¿Dónde viven? Nunca he visto ninguno.
- Eres joven. Tienes aún mucho que ver, mucho que aprender.
- ¿Dónde viven?
- Allá abajo, tras las montañas,más allá de las profundidades de los mares
muertos, más allá del horizonte, al norte, en las cavernas, muy por debajo del suelo.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué? Bueno, es difícil de explicar. Hubo un tiempo en que fueron una raza
notable. Pero les ocurrió algo, se volvieron híbridos. Ahora son tan sólo criaturas sin
inteligencia, bestias crueles.
- ¿Es cierto que Marte es propiedad de la Tierra? - Losojos del muchacho estaban
clavados en el planeta que relucía sobre sus cabezas, el lejano planeta verde.
- Sí, todo Marte le pertenece. La Tierra tiene aquí tres ciudades, cada una de las
cuales cuenta con mil habitantes. La más cercana está a dos kilómetros de aquí,
siguiendo la carretera, un conjunto de pequeñas casas metálicas en forma de burbuja.
Los hombres de la Tierra se desplazan entre lascasas como si fueran hormigas,
encerrados en sus escafandras espaciales. Son mineros. Abren con sus grandes
máquinas las entrañas de nuestro planeta para extraer la sangre preciosa de nuestra
vida de las venas minerales.
- ¿Y eso es todo?
- Eso es todo - el viejo agitó tristemente la cabeza -. Ni cultura, ni arte, sólo los
terrestres ávidos y desesperados.
- Y las otras dos ciudades... dónde...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Ray Bradbury
  • Ray bradbury
  • Ray bradbury
  • Ray Bradbury
  • ray bradbury
  • Ray Bradbury
  • Ray Bradbury
  • Ray Bradbury

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS