Brancusi
A los nueves años, como la mayoría de los niños de su comarca, buscó trabajo en Tirgu - Jiu, la villa más cercana. Halló empleoen una tintorería y, dos años después, pasó a Slatina donde ingresó en una droguería, arribando finalmente a Craiova, cabeza del partido de Oltenia, para prestar servicios de mozo en una posada.Un día, durante una discusión, alguien lo desafió a ensayar la construcción de un violín. Brancusi tomó las tablillas de un cajón de naranjas, las metió en agua hirviendo, las curvó, las cortó yfabricó un violín. Después llamó a un gitano para que lo probara y éste lo hizo sonar con música y canciones. Este acontecimiento ganó la simpatía de un acaudalado cliente que se convirtió en su protector ylo inscribió en 1894 en la Escuela de Artes y Oficios de Craiova. Para ponerse a la par de sus condiscípulos, aprendió sólo a leer y escribir.
Terminados los cursos en Craiova, 4 años después, sepresentó al examen de ingreso de la Academia de Bucarest, pero como el nuevo ambiente no lo satisfacía, se trasladó a Munich y luego a París en 1904, donde se inscribió en la Academia asistiendo a lasclases de Antonin Mercié.
En abril de 1907, un grupo escultórico suyo llamó la atención a Rodin quien lo invitó tiempo después a trabajar en su taller, pero Brancusi se negó a su ofrecimiento con unafrase que se hizo célebre: "A la sombra de una gran encina no pueden crecer los arbustos jóvenes".
Su obra El beso, en 1907, marca un vuelco en su carrera, desprendiéndose de las huellas deRodin. Se vincula a los artistas y escritores de la primera vanguardia: Apollinaire, Max Jacob, Modigliani, Rousseau, Picasso, González, Derain, Léger y luego Joyce, Radiguet y Pound.
En 1925...
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