Brayan
24.10.2010 01:06
(Cuento Polonés) Había una vez, una montana de cristal en cuya cumbre se levantaba un castillo de oro puro, y frente a él, un manzano del que pendían solamente manzanas doradas.
Vivía en el castillo la más hermosa princesa del mundo, esperando que un príncipe pudiera subir la montana de cristal, cortar una manzana del árbol y entregársela en su cámara deplata. Cuando esto sucediera, la princesa se convertiría en esposa del príncipe, y todas las joyas y piedras preciosas que había en los sótanos del castillo, serían del feliz esposo.
Vinieron muchos príncipes de reinos vecinos y lejanos, a tratar de escalar la montana de cristal. Igualmente lo intentaron nobles caballeros y jóvenes aventureros; pero ninguno había logrado subirla. Muchos caíandesde lo alto y morían; y tanto ellos como sus caballos, yacían al pie de la montana, hasta que llego un momento en que alrededor de ella, podían verse montones y montones de huesos.
Mientras tanto, transcurría el tiempo, y llegaban a su término los siete años durante los cuales podía ser conquistada la princesa. Nadie lograba llegar a la cumbre, aunque muchos seguían intentándolo, pues era tal labelleza de la joven que todos la deseaban por esposa, y muchos ambicionaban también el tesoro acumulado en los sótanos del castillo.
Quedaban solamente tres días del plazo, cuando apareció un caballero cubierto con una armadura dorada; se colocó las espuelas, y logró subir hasta la mitad la montana. Detuvo entonces su corcel, dio la vuelta y bajó como si hubiera estado sobre tierra llana.
A lamañana siguiente subió otra vez el caballero y las mágicas herraduras del corcel se adherían al cristal como lo habían hecho el día anterior. Continuó subiendo, haciendo brotar chispas de los cascos del caballo muchos caballeros lo contemplaban desde abajo, de asombro y envidia.
Durante un momento pareció que había llega ya al manzano... Pero, de pronto, el águila que vigilaba y montana de cristalse precipitó sobre él; el caballo se asustó, temblaron sus belfos, sacudió la crin y se levantó sobre las patas traseras; al minuto siguiente, caballo y caballero rodaban hasta el pie de la montaña hechos pedazos.
Quedaba ya solo un día y nadie había logrado aun subir por la montana de cristal. Pero había un joven y decidido a hacerlo. Era el hijo de un pobre leñador, que había pasado toda su vidaen los bosques cercanos.
Desde su niñez escuchó a sus padres hablar de la hermosa princesa de la montana de cristal, y resolvió conquistarla o morir en el intento. Se internó en el bosque y cazó un lince. Cortó después sus afiladas garras y las ató a sus propias manos.
Valientemente, empezó a subir la montana, clavando las garras del lince en el cristal; pero era mucho más difícil de lo quehabía pensado, y cuando iba a la mitad del camino, se sentía tan cansado que lo único q a podía hacer era asirse desesperadamente con las garras, al cristal. Tan exhausto y sediento llegó a sentirse, que difícilmente podía ya respirar... Miraba hacia arriba y contemplaba el castillo y el árbol en la cumbre, muy lejos... Y cuando miraba hacia abajo, veía el enorme abismo en el que yacían los cuerpos dehombres y caballos, esperándolo con una muerte segura
Llegó la noche y seguía colgado, sin poder avanzar ni retroceder. Se cubrió la montana de negra obscuridad y el muchacho se durmió olvidándose por completo del lugar en que se encontraba, pero asiéndose aún fuertemente con las garras del lince.
Mientras se adormecía dulcemente, bajó el águila y voló, despacio, por los alrededores; de pronto,a la tenue luz de la luna, descubrió al muchacho colgado en la montaña y se precipito sobre él, hambrienta, creyendo que se trataba de un cadáver más.
En aquel momento, se despertó el mancebo, y comprendiendo que no tardaría el águila en caer sobre él, pensó en la forma de salvarse. Se quedó absolutamente quieto y dejó que el águila clavara en su carne sus afiladas garras, sin exhalar la más...
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