Breivic no está loco
El caso de Breivik parece habersido complejo para los especialistas. En un principio le atribuyen padecer una enfermedad mental cuyo diagnóstico ha sido revisado, concluyendo que se trata de un fanático.
Ahora bien, al valorar laimputabilidad se deben tener en consideración varios factores: si el sujeto tiene una alteración del criterio de realidad, su capacidad para distinguir el bien del mal, calcular las consecuencias desus actos y valorar acciones alternativas. Cuando un enfermo comete un acto criminal, es arrastrado por una fuerza mayor, insuperable, que le obliga a ejecutar esa acción.
En el caso de losfanáticos, estos no valoran otra realidad más que la que ellos defienden, su realidad, que al ser subjetiva podemos considerar parcial por no tener en cuenta el valor de las creencias alternativas. Sin embargo,la capacidad para distinguir el bien del mal, el cálculo de las consecuencias y el cálculo de alternativas de actuación están indemne, aunque sometidos a su criterio individual.
Tanto el fanatismocomo el delirio se basan en la creencia. Pero existen diferencias notables porque en el delirio la creencia es falsa mientras que en el fanático se trata de una creencia aprendida y llevada al límite.En el enfermo delirante la idea convertida en creencia es espontánea. Al decir espontánea no hablamos de inmediatez, sino de su origen involuntario y hasta ahora inexplicable. En los casos de losfanáticos la creencia es aprendida, sometida a la voluntad individual (aprendemos lo que queremos aprender). La voluntariedad puede ser cuestionable cuando el aprendizaje comienza en la infancia y en...
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