Brt vrs bicitaxi

Era una mañana hermosa para Valeria se levantase de su lugar. Era semana do carnaval, la semana mas feliz y celebrada de cualquier brasileño, y esta garota emocionada porque por primera vez en suvida podía tener el honor de ser dama da batería. Un honor que se le da a la mujer mas hermosa de la escuela de samba.
Sus manos delicadas tiran del cordón y se corren las persianas. El sol se derramacon todo su ardor sobre la habitación. La ciudad recupera su brillante color blanco, y los límites entre las cosas se diluyen, cada objeto inundado de luz. Valeria estira los brazos como si quisieratocar el techo, bosteza y mira hacia afuera. Algunos autos estacionados en la esquina. Dos chicos que vienen de la panadería son perseguidos por un perro callejero, muy sucio y con las patas manchadasde polvo. Una corriente de aire muy ligera se cuela entre las celosías y acaricia la nuca de la joven, que con los ojos cerrados recibe el baño matinal de sol en la cara.

Desde la cama, bajo laalmohada que tapa la fuerte luz de las nueve de la mañana, Platos y cubiertos chocando unos con otros. Y afuera, un perrito que ladra. Dos hombres que charlan. Un periódico arrugándose. Un camión, en laautopista, muy lejos. Con un bostezo largo, se levanta. Se sienta en el borde de la cama primero, ve hacia afuera y suspira. Recoge su cajetilla de cigarros de la mesa de noche, consulta la hora en sureloj de pulsera porque nunca confía en el despertador. Se pone sus zapatillas de baile y sale a caminar.

La espalda cubierta de algodón muy delgado una falda pequeña a unos centímetros de surodilla. El cuello de color caramelo bajo el espeso cabello oscuro . Su pulserita de oro tintinea al chocar contra su cadera a cada paso que da. Camina sobre la acera de Copacabana esta pasarela dedicada amujeres brasileñas como ella, orgullosas de ser como son, con caderas anchas y figuras de calendario. Sigue caminando a su lado observa las florecillas rosadas parecen brillar con más fuerza. Están...