Bryce echenique
EL HOMBRE QUE HABLABA DE OCTAVIA DE CADIZ
LITERARIA
NOVELA
El hombre que hablaba
de Octavia de Cádiz
Cuaderno de navegación en un sillón Voltaire
Alfredo Bryce Echenique
Plaza & Janés Editores, S.A.
Portada de JORDI SANCHEZ
Primera edición: Abril, 1985
Derechos exclusivos para España.
Prohibida su distribución en los países del área idiomática.
©1985, Alfredo Bryce Echenique Editado por PLAZA & JANES EDITORES, S. A. Virgen de Guadalupe, 21-33 Esplugues de Llobregat (Barcelona)
Printed in Spain - Impreso en España
ISBN: 84-01-38045-6 - Depósito Legal: B. 14176-1985
Impreso por Printer Industria Gráfica sa. Sant Vicenç dels Horts Barcelona
A Ivonne y Carlos Barral, Cecilia y Federico Camino, Adita y Germán Carnero, Maite y PepeEsteban, Margarita Benavides y Ricardo Letts, Cecilia Hare, Maricruz y Daniel Sueiro, hermanos nunca tan bien escogidos;
a Doris de Cossío (basta con llamarla Dorotea), Eduardo Nugent Valderomar, el amigo más maestro, Manuel Barnechea, en La Puerta del Gallero, y Maite Igartua Bryce, en este mundo de muchas ostras y muy pocas perlas, por días de champán y ostras y perlas de ternura en el viejo canalde Palavás;
y a ti, nuevamente, Sylvie, porque hemos ejercido siempre el derecho de amar y sufrir como nos viene en gana, por nuestro reencuentro, tan Lafaye de Micheaux, da Stanley Tomshinsky, y porque en la pintura, sólo nosotros lo sabemos, el siglo empieza con Kandinsky y termina con Tomshinsky.
La ciencia explica el universo, la sicología explica los seres, pero hay que saber defenderse,no ceder, no dejarse arrancar las últimas mi-gajas de ilusión.
Romain Gary, Los pájaros van a morir al Perú.
Antiguamente una historia sólo podía terminar de dos maneras: pa-sadas todas las pruebas, el héroe y la heroína se casaban o morían.
Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero.
Entonces, ¿en qué creía? En el humor. En reírme de los sistemas, de la gente, de uno mismo. Enreírme de mi propia necesidad de reírme constantemente. En ver la vida tan contradictoria, multilate-ral, diversa, divertida, trágica y con momentos de belleza terrible. En ver la vida como un pastel de frutas, incluyendo ciruelas deli-ciosas y almendras podridas, pero destinado a que nos lo comamos con hambre porque no se pueden celebrar las ciruelas sin envenenar-nos, en ocasiones, con lasalmendras.
Erica Young, Miedo a volar.
La belleza como el amor, es lo único serio en la vida; serio como la sonrisa.
José María Eguren, Noche Azul.
MI AGRADECIMIENTO más sincero a mis colegas y amigos de Montpellier, por ese refugio de cuatro años que me per-mitió terminar mis cuadernos azul y rojo. Y al señor Pierre de Nuce de Lamothe por la paciencia y generosidad con que me enseñó a navegar porestos mares de Dios y Montpellier.
ADVERTENCIA DE DON GREGORIO CORROCHANO
Cualquier escritor sabe lo difícil que es contener la hemo-rragia de la tinta y sabe también que ésta se repite, como la de la sangre; acaso porque el escritor en esa corriente que se establece entre el cerebro y la pluma, tiene sangre en la tinta. Sirva esto de disculpa con el lector si con alguna fre-cuencia meencuentra reiterativo. Si el escritor se encariña con el tema, no solamente no intenta contener la hemorragia, sino que la provoca. En este caso clínico me encuentro cuan-do considero «el porqué» del toreo.
Cuando suena el clarín.
I. IMPRIMA, NO DEPRIMA, O CUANDO SUENA EL CLARÍN
ABRIENDO EL CUADERNO ROJO
IMPRIMA, NO DEPRIMA: Todos los escritores, me imagino, pre-sienten al menos cuál será el tema dellibro que van a escribir. Y per-mítaseme, por favor, considerarme ya miembro del gremio este de la fatídica soledad ante la página en blanco, porque acabo de terminar con mi cuaderno azul de fatídica navegación y toda la soledad del mundo, en excelente compañía, eso sí, sobre muchísimas páginas en blanco y negro. Le he dado el título de La vida exagerada de Martín Romaña, porque así ha sido mi...
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