buenas tareas
Una mañana sin querer, un niño rasgo las páginas del libro; la bibliotecaria ledigo: que has hecho, dañaste el tesoro más bello de este lugar, ahora tendremos que reacer todas sus páginas; con gran tristeza el libro pensó que lo iban a cambiar por otro libro, fue tanta su tristeza que no se dio cuenta que lo iban a reparar; lo dejaron en un cesto, pensó que sus días había terminado, de pronto se lo llevaron a un cuarto con artas maquinas, observo que allí entraban librosviejos como él, y salían nuevos; de repente se vio dentro de la maquina y pensó, hasta aquí llegue yo.
Pasaron varios días, cuando de repente despertó, vio sus páginas de colores vivos y letras grandes, una pasta dura, sin querer se había convertido en uno de los libros que tanto envidiaba y a pesar de ser una edición nueva, siguió siendo el libro más importante de aquel lugar.
Siempre quesoñamos algo se nos hace realidad.
Noche de reyes..
En el medio del campo, en un nido hecho de barro y paja -un poco más grande que el del hornero- nació una noche RAMON. Su papá, con troncos y ramas de sauce, le preparó el primer regalito: Una cuna de sol y alegría, que su mamá entibió con un gran manto tejido por ella, en las noches de lluvia.
Y RAMON fue creciendo, creciendo feliz. Acunado por losgrillos y los pájaros que se arrimaban curiosos al patio; al patio GRANDE COMO EL CIELO donde la brisa se olvidaba entre los árboles, formando un enorme abanico de susurros y secretos en la fresca inocencia de todo el campo abierto. Una mañana muy temprano, Ramón salió a caminar.
Nadie lo vio, porque estaban dormidos. La música del amanecer lo ayudó a hacer caminitos entre las ramas y el rocíoque todavía brillaba sobre las hojas. Y así, fue despertando el monte con su andar. Le gustaba caminar; caminar lentamente sobre la alfombra húmeda de los pastos, donde las ranitas y las lagartijas se asomaban curiosas para saludarlo y luego se escondían haciendo cruak-cruak entre las hojas mojadas.
De pronto, un conejo que estaba escondido detrás de un matorral, quiso escapar asustado al oír suspasos. Pero RAMON lo vio y corrió tras él. Quería tenerlo un momento en sus manos para acariciarlo. Pero el conejo era rápido y hermoso. Tenía las orejas muy largas y manchas rojas sobre el cuerpo blanco. Y RAMON quería alcanzar ese copo de nieve que se perdía entre las flores y volvía a aparecer.
Desde la copa de un árbol, una lechuza traviesa lo chistaba CUS, CUS, CUS. Y un terito muy eleganteque se paseaba por allí levantó vuelo mientras gritaba TERU, TERU, TERU, para que todos los animalitos salieran a saludar a RAMON, que esa mañana había venido a visitarlos.
Una perdiz se acurrucó asustada entre los pastos, porque era muy miedosa y no sabía muy bien lo que pasaba. Y la señora Tortuga que llevaba puesta una hermosa caparazón con pintitas rojas, verdes y amarillas y un sombreronegro en la cabeza, fue sorprendida justo en el momento de su desayuno. Se detuvo un momento a observar lo que pasaba, mientras terminaba de comer la margarita azul que casi pierde en el apuro.
Luego, con toda elegancia se tiró al charco, para observar con más tranquilidad lo que pasaba. RAMON seguía corriendo, corriendo detrás del conejito hasta que no lo vio más. Seguramente se habría escondido ensu cueva. Ya no lo podría encontrar. Entonces se sentó a descansar mientras reía de contento. Los macachines amarillos se apretaron para dejarle lugar.
Y RAMON dejó pasar el tiempo mientras acariciaba las flores y escuchaba el canto de los pájaros que buscaban sus nidos para darle de comer a sus pichones, que esperaban ansiosos con los piquitos abiertos: …Tenían hambre. Y así mucho tiempo, sin...
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