Buho de minerva
Que recurrente manía la de idealizar a la persona en estas circunstancias. Siempre me ha llamado la atención cómo la gente equipara la muerte con la redención,como pensando en un último consuelo, como implorando un grito sordo a los dioses para que tengan una última compasión, como esperando que cuando lleguemos arriba seamos recibidos por un Dios que nosdiga: “Yo soy el gran perdonador”.
Quizás estoy haciendo un esfuerzo demasiado forzado y consciente cuando trato, esta vez, de no caer en esas hipérboles aduladoras o en clichés recursivos.
¡Peroqué difícil es no recordarte como la persona más cercana a la virtud que haya conocido jamás! ¡Que difícil tratar de disfrazar tus convicciones más férreas con la soberbia!
No te quiero creerperfecta y de seguro me debes estar retando por ahí, ¡pero es que no te imaginas cómo voy a echar de menos tus sermones, tu sabiduría, tus “papas-mayo”, tus croquetas, tus chalecos y tejidos, tu Raphael deEspaña, tu español correctísimo lidiando diariamente por no ceder a los chilenismos baratos!.
Déjame seguir creyendo que en lo que haces eres la mejor; porque nunca usaste caretas, porque a pesarde vivir en un mundo ajeno a ti supiste sobreponer siempre tus valores, en este mundo hostil, lleno de relativismos éticos, de falsos predicadores, de ofertas tentadoras por la ganancia fácil, por lacomodidad.
Nunca te dejaste seducir por los llamativos vicios del mundo moderno, siempre fuiste reacia a aceptar cualquier anzuelo que quisiera engatusarte y ponerte dentro de la tecnología y lamodernidad. Incluso algún osado intento regalarte un celular, pero tú siempre seguiste andando en micro, lavando a mano y prescindiendo del microondas. Tal vez por eso mismo tu comida fue siempre la másrica y tu ropa la mejor lavada.
Íntegra en el sentido más profundo de la palabra, cultivaste tu cuerpo hasta el último día con tu gimnasia y tu espíritu con tu adorado CONIN.
¡Y que ejemplo...
Regístrate para leer el documento completo.