bulas alejandrinas

Bulas alejandrinas.
Serie de documentos que, tras el Descubrimiento de América, concedió el papa Alejandro VI a los Reyes Católicos (Fernando II, Rey de Aragón y V de Castilla e Isabel I, Reina de Castilla y León) con el fin de precisar los derechos de la Corona de Castilla sobre las tierras descubiertas o por descubrir en el Atlántico occidental. Esta intervención del papado estuvo motivadapor las reclamaciones de soberanía planteadas por el rey Juan II de Portugal sobre los territorios descubiertos en el primer viaje de Cristóbal Colón, reclamaciones que se basaban en el derecho de exclusividad sobre la navegación en el Atlántico que, pocos años antes, había concedido el pontificado a la monarquía lusa. Las bulas alejandrinas concedieron a Castilla el dominio de las tierrasdescubiertas por Colón y delimitaron las respectivas zonas de expansión marítima de ambas naciones.
En 1455 el papa Nicolás V concedió, mediante la bula Romanus Pontifex, la posesión de todas las tierras que los navegantes portugueses descubrieran al sur del cabo Bojador, en la costa atlántica africana, hasta la India. Al año siguiente, la bula Inter Caetera, concedida por Calixto III, otorgó laadministración y jurisdicción eclesiástica de dichos territorios a la Orden de Cristo, posteriormente incorporada a la Corona de Portugal. El Tratado de Alcaçovas de 1479, firmado entre los reyes Católicos y Alfonso V de Portugal y confirmado por el papa Sixto IV en la bula Aeterni Regis (1481), reconoció a la monarquía lusitana derechos exclusivos de posesión sobre las islas Azores, Madeira y todas lasislas y tierra firme al sur del archipiélago de las Canarias, hasta la India. El océano Atlántico y las costas africanas quedaron así potencialmente en poder de los portugueses, lo que frustraba las ambiciones de expansión comercial de Castilla. Acogiéndose a estos derechos, el descubrimiento por parte de Colón de tierras ignotas en el Atlántico suponía una vulneración del área de expansiónmarítima portuguesa legitimada por la Santa Sede, según hizo constar Juan II en la entrevista que mantuvo en Valparaíso con Colón, al regresar éste de su primer viaje. El hallazgo del Nuevo Mundo rompió el statu quo establecido en el Tratado de Alcaçovas y planteó la renegociación de las zonas de expansión marítima de ambas Coronas. Juan II envió de inmediato a la corte castellana a su embajador, Rui deSande, para advertir a los Reyes Católicos que sólo les pertenecían las tierras halladas en una latitud igual o superior a la del archipiélago canario. Desde Castilla se respondió que, según lo acordado en Alcaçovas, el área perteneciente a Portugal se extendía desde las Canarias hasta Guinea, es decir, bordeaba la costa atlántica africana sin adentrarse en el mar océano, del que los ReyesCatólicos se proclamaron “señores”.
El descubrimiento y ocupación por parte de un príncipe cristiano de países habitados por paganos (siempre y cuando se procediera a su evangelización) constituía por sí mismo un título legítimo de soberanía según el derecho vigente en el siglo XV. Junto a este principio de legitimidad, la tradición jurídica medieval reconocía como fuente de soberanía la donación porparte del pontificado de derechos de posesión sobre tierras a un príncipe cristiano. Este derecho se basaba en una concepción teológico-jurídica que reconocía al pontífice romano soberanía universal como vicario de Cristo y dominus orbis. El Papa era, según esta concepción, el depositario de la más alta autoridad, tanto espiritual como terrenal, y, por lo tanto, la principal instancia dominadora dederecho. Este principio de autoridad resultaba anacrónico a fines del siglo XV, ya que la potestad universal del pontífice había quedado obsoleta al desarrollarse el ideario político de las monarquías feudales. Sin embargo, todavía en este momento, la apelación a Roma mantenía su eficacia como garantía legitimadora de derechos políticos, al menos de forma nominal. Los Reyes Católicos se...