Bulling
Son casi las cuatro de la tarde y el sol insta abuscar un lugar donde sus rayos no lleguen. A esa hora, miles de niños usan sus casas como refugio y hacen tarea; los que tienen más suerte logran echarse panza al suelo y ver caricaturas mientras elhorario familiar lo permite.
Sin embargo, otros infantes utilizan sus tardes para acudir a las escuelas que ofrecen sus servicios en dobles turnos. Tal es el caso de la Urbana 38.
La primerapuerta está abierta, aunque antes de recorrer tres metros hay un portón cerrado que evita entradas y salidas indeseadas. Una vez abierto, queda a la vista una cancha grande de basquetbol y en ella unadocena de niños practican lo que parece ser la escolta escolar.
De acuerdo con la información dada a conocer en medios de comunicación y dependencias estatales y federales, cualquiera de esosinfantes pudo haber sido víctima del bullying, definido como el abuso físico o mental de un estudiante hacia a otro.
Dice que nunca falta, pero una reunión en la Ciudad de México lo obliga a ausentarsedel plantel. La voz de Francisco Lomelí Jiménez, director de la escuela, es gruesa y firme. Difícil es imaginarlo físicamente a través de un teléfono, pero por el tono que utiliza deja al descubiertoque cuenta con la autoridad necesaria para dirigir una escuela.
Admite la seriedad del problema, pero niega que en su escuela éste se haya destapado; incluso presume la forma en que son tratadoslos niños que gustan de ofender, ya que en primera instancia se soluciona con un “chócalas”, y si el menor vuelve a recaer en la falta, el equipo psicopedagógico entra en acción para resolver elproblema de la mano de los padres de familia. En este punto, los tutores del menor reciben asesoría de parte de los expertos de la escuela.
Las autoridades han hecho su parte para la prevención y...
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