bullying
“Tenemos desde finales de noviembre pidiendo una reunión con el gobernador, que hasta ahora no nos ha ni respondido, entonces vamos a esperar que nos atiendan”, Adriana López Monje, presidentaregional de la Sociedad de Padres de Familia.
En noviembre del 2011, fue cuando Lilia León comenzó a notar que su hija de seis años, estudiante en la escuela primaria Amelia Wilkes, en Cabo San Lucas,ponía pretextos para no acudir a la escuela y cuando la llevaban, era casi imposible hacerla entrar, pues le daba pánico el simple hecho de llegar, incluso en algún momento tomó clases en un pupitre enla puerta de su aula, porque tenía mucho miedo de entrar.
Al no conseguir respuestas de su hija, Lilia acudió con una psicóloga, quien por medio de una dinámica, logró revelar los maltratos quesufría por otros niños, así como sus nombres, terapias que le ayudaron a mejorarse casi en un 90 por ciento, aunque añade su mamá, que el 10 por ciento que le falta es en lograr adaptarse y confiar en susnuevos compañeros.
“Contó que le pegaban cachetadas, le jalaban el pelo, le hacían sentir que estaba gorda o fea, cuando no lo está, o sea ella, en el corto tiempo que vivió violencia, perdió más omenos dos tallas, se empezó a enfermar, se lleno de granos grandes en los ojos y no quería comer, quería sólo dormir y que no le hablaran, además por todo lloraba; mi hija me llegó a decir, o sea unaniña de seis años – si tú me dejas aquí, prefiero morirme-, me quedé helada”, expresó Lilia León, su madre.
En cuanto se enteró del bullying del que su hija era víctima, acudió a contar la situación ala directora del plantel, a la que Lilia dijo, “como que le valió, me dijo, ah sí, sí lo creo porque es un grupo problema y mi reacción fue decirle que si lo sabía, por qué no lo evitó o cómo no sedio cuenta”.
Lilia aseguró darse cuenta de que en la escuela sanluqueña existen otros casos de violencia y acoso, como el que vivía su hija, el cuál no denunció por miedo “a que se hiciera más...
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