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“Claves para reforzar la autoridad pedagógica”
Está a la vista que la autoridad, no solo en la escuela sino también en muchos otros ámbitos, no se da por sobreentendida como ocurría hace unos años atrás. Los docentes y directivos ven cuestionada su autoridad diariamente por alumnos o padres. Tratar de comprender el porqué de este fenómeno nos puede sacar un poco del desconcierto que podemostener quienes tenemos el desafío de hacer valer nuestra autoridad para poder ejercer eficazmente una labor, dado que es difícil pensar el trabajo docente sin un marco de cumplimiento de determinadas reglas. También nos puede ayudar a encontrar soluciones y herramientas más eficaces a la hora de tener que poner orden. Podemos preguntarnos entonces cómo se construye cotidianamente la autoridad enla escuela. Al respecto resulta interesante seguir la línea del sociólogo Emilio Tenti Fanfani, quien se ha dedicado a investigar las cuestiones actuales de la educación con especial agudeza.
Siguiendo a dicho autor, podemos decir que está visto que hoy en día tienden a desaparecer las condiciones sociales sobre las que se apoyaba la autoridad escolar. Hay un debilitamiento de todas lasinstituciones sociales y todos los actores sociales, entre ellos la escuela y el docente, lo que hace que estos últimos tengan hoy que construir cotidianamente su autoridad, no solo ante los alumnos sino también ante las familias y la comunidad.
No basta ya con el nombramiento o la ocupación de un puesto en una institución para dar por descontado el reconocimiento, la valoración y la escucha por partede los alumnos. Eso podía ocurrir en otra época décadas atrás o durante el siglo XIX, en la que la escuela era vista como una especie de templo y el magisterio como un apostolado. La autoridad del adulto mismo y no solo de los docentes, en el mundo actual, ya no se presenta como natural. La autoridad pedagógica, “…ingrediente necesario para la eficacia del trabajo pedagógico, es cada vez másel producto de un esfuerzo personal de los docentes…”.
Uno de los fenómenos que explica esto es el hecho de que actualmente los niños, adolescentes y jóvenes, que en su mayoría están escolarizados, reclaman en forma creciente el reconocimiento de sus derechos en todos los ámbitos. Esto ha puesto en crisis a los viejos dispositivos escolares que contribuían a la producción de la autoridadpedagógica y al mantenimiento de un orden que permitía el funcionamiento “normal” de la escuela.
Muchas veces los docentes no encuentran las soluciones adecuadas para garantizar el reconocimiento y la autoridad pedagógica ante sus alumnos, lo que puede llevar, en muchos casos, a una situación de anarquía. Como los vacios de poder no existen sino que son llenados, lo que puede terminar ocurriendo esque se genere la autoridad de unos alumnos (los más “fuertes”) frente a otros (los más “débiles”).
Tampoco se encuentran siempre soluciones satisfactorias en el campo de los mecanismos (reglas, reglamentos, dispositivos institucionales, etc.) que faciliten la producción de un orden democrático que permita el logro de los objetivos propuestos. Con frecuencia se espera que se genere un ordendemocrático en la escuela, que sea un orden coproducido y que cuente con la participación institucionalizada de los alumnos. Esto no siempre se logra.
En este contexto, ¿cómo se construye, cotidianamente, la autoridad? Primero debemos saber o recordar que los alumnos ponen a prueba, también cotidianamente, la autoridad, no solo en la escuela sino en todos los ámbitos.
Ellos buscan y necesitan saberque existe el marco de contención que esta les da. Pondrán a prueba los límites para asegurarse de que siguen allí, y encontrarlos es, aunque inconscientemente, un signo tranquilizador. La sociedad misma necesita de la autoridad y, por lo tanto, mucho más sus elementos más débiles, los niños. A fin de cuentas, la escuela es también una pequeña sociedad.
Estos son cinco puntos que, entre...