BULLYNG -
El documento tiene como finalidad orientar el qué hacer de las instituciones educativas de la Modalidad frente al desafío de brindar una formación integral (formación general y formación profesional u ocupacional) que contemple, en la última etapa de la trayectoria escolar, una incorporación progresiva de sus alumnos/as al mundo socio-productivo a través deestrategias educativas e “integración socio-laboral”.
La integración requiere del compromiso y articulación de acciones de todos los agentes de las comunidades educativas.
LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES DESTINATARIOS DE LA PROPUESTA INTEGRADORA
TODOS, los adolescentes y jóvenes se apropian de los bienes culturales y materiales en la medida en que la sociedad se los posibilita.
Algunos jóvenesprovienen de los sectores “populares”, los cuales se perciben en términos de “amenaza”; son los nuevos “barbaros”.
Otros, por el contrario, provenientes de sectores medios o altos, tienen sus vidas focalizadas en la disposición y multiplicación de recursos materiales de todo tipo.
Todos ellos pueblan las aulas de nuestro sistema educativo en los diferentes conxtextos e interpelan los modos en quelos educadores incluyen en sus propuestas pedagógicas las practicas juveniles resultantes de los cambios sociculturales, históricos y políticos en los que están inmersos.
La adolescencia, fluctua en los límites entre la infancia y la adultez, es por eso, que los mismos están atravesados por diversas cuestiones que deben ser “leidas”, al igual que sus realidades para que la tarea educativa sea másfructífera.
Se trata de habilitar y promover espacios por donde puedan echarse a andar logrando producir nuevos sentidos y acontecimientos; espacios que los incluyan y vuelvan menos discapacitantes los contextos, desnaturalizando estereotipos que se convierten en obstáculos para la elaboración de proyectos individuales y colectivos.
Uno de esos espacios lo construye el mundo del trabajo ya quepuede aportar a la propia realización, a proyectarse como sujeto, a mejorar la calidad de vida y a la dignidad.
En ese sentido, la instalación en el imaginario social de la figura de un joven trabajador con discapacidad es un desafio que nos involucra no solo como ciudadanos sino, sobre todo, como educadores.
En primer lugar, es impostergable reflexionar acerca de nuestras propiasrepresentaciones acerca del sujeto adolescente o joven con discapacidad. Desde un lugar de sostén, nuestra mirada y nuestras expectativas tienen que promover el pasaje de la adultez de nuestros alumnos pues pueden llegar a convertirse en predicción, a operar como profecía educativa.
En tanto asumimos a la discapacidad desde una concepción social (discapacidad más como la restricción social que aísla y excluyede la plena participación en la vida social que como consecuencia de las condiciones particulares de un individuo), podemos afirmar que es justamente en el espacio del vínculo, de la relación entre las personas y entre estas y las ventajas u obstáculos que ofrecen los contextos donde preponderantemente, se conforma la construcción “sujeto discapacitado”.
Un “entorno discapacitante” refuerza,sin lugar a dudas, esa construcción por la que la persona resulta un discapacitado ante que una persona o un adolescente joven. Dificulta el desarrollo de trayectorias conducentes al ejercicio pleno de derechos.
Cuando dejamos de lado – la mayoría de las veces sin siquiera darnos cuenta – al sujeto concreto y lo reemplazamos por un “colectivo de alumnos de educación especial con determinadacaracterística” el adolescente pasa a ser un “sordo adolescente”, “un mental adolescente”, “un motor adolescente”… Es decir, nuestra representación pone a la discapacidad por sobre la persona. Pasamos por alto que antes son adolescentes y jóvenes que alumnos que presentan determinados requerimientos relacionados con la discapacidad.
¿Cuál debiera ser la mirada sobre ese “otro” – adolescente o...
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