busca el rostro de Dios

Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano.
Isaías 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijoJehová.
Isaías 55:9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son
mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la
nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace
germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que
come,
Isaías 55:11 asíserá mi palabra que sale de mi boca; no volverá
a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en
aquello para que la envié.

Es indudable que cuando oramos, ayunamos, etc, lo que buscamos es el rostro de Dios, ¿Pero será que el rostro de Dios puede ser hallado? Esto lo pudiéramos comparar como un padre que juega con sus hijos al escondite y los hijos deben descu­brirlo,encontrarlo para gozar un momento de su presencia y luego comenzar de nuevo a buscarlo, pues este es el juego que posiblemente dure toda la vida.
Esa figura de Dios escondido la usó hace siglos el pro­feta Isaías:
Isaías 45:15 Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios
de Israel, que salvas.
Dios está escondido y es evasivo. Apenas el hombre lo experimenta, se esconde de nuevo, peronos deja un recuerdo gozoso de la experiencia vivida, y ese recuerdo nos motiva a reiniciar la búsqueda y a repetir el mismo proceso una y otra vez.
Pudiéramos decir entonces que encontrar a Dios es buscarlo sin cesar, pero ya cuando lo logramos encontrar significa que dejamos de estar necesitados, pero nos volvemos menesterosos de su presencia. Él es el eternamente buscado.
A Dios debemosbuscarlo:
Como un tesoro escondido que se persigue
como a la perla fina que an­hela un mercader de joyas,
como al manantial de que es­tá sediento un venado,
como el rayo de luz que es fugaz.
¿Quieres hallar a Dios? Empieza a buscarlo, gímele, hasta encontrarlo como dice Isaías en la lectura que leímos:
Ponerse en la presencia de Dios es, pues, solo un as­pecto, solo un momento de la relaciónque permanente­mente nos debe unir con El.
El resultado de búsqueda incesante, el cumplimiento del eterno deseo de contemplar su rostro.
¿Pero será que La Biblia muestra alguien que ha buscado y encontrado a Dios?
Daniel 9:3 Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en
oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.
Daniel 9:4 Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo:
Ahora,Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el
pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus
mandamientos;

Genesis 28:16 Y despertó Jacob de su sueño, y dijo:
Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.

¿Pero cuál es el propósito de buscar a Dios?
La respuesta podría ser para escuchar su voz
Muchos creen que la voz de Dios es un sonidomiste­rioso, así como se oye en las películas de espanto, o será un murmullo extraño como los que se escuchan en las casas abandonadas o en un túnel oscuro. Cualquiera que fuera el caso: Es la voz del Padre que de múltiples maneras nos llama a la conversión, a la madurez y al compromiso.
Pero para escuchar esa voz habrá que sumergirse en el silencio teniendo atentos los sentidos del alma, ase­mejanza de los indígenas que pegaban su oído al suelo para conocer si alguien se acercaba. Habrá entonces que orar y su­plicar a Dios, pidiéndole una palabra, diciéndole como Samuel, cuando era niño “Habla, Señor, que tu siervo escucha”
1Samuel 3:4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.
1Samuel 3:6 Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, vino a Elí y...