Buscando a dios
Isaías 58: 5-10
5 ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová?
6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?
7¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.
9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Hemeaquí. Si quitares deen medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad;
10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.
Titulo: Buscando a Dios •
¿Por qué le puse de titulo al mensaje: Buscando a Dios? •
Pregunta clave para hacernos durante la predicación: ¿Como Yo busco a Dios? •
Historia para compartir:“Un niño pequeño quería conocer a Dios. Sabía que era un largo viaje hasta donde Dios vive, así que empacó su maleta con pastelitos y unos seis refrescos, y empezó su jornada. Cuando había caminado como tres cuadras, se encontró con una mujer anciana. Ella estaba sentada en el parque, solamente contemplando algunas palomas. El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta. Estaba a punto debeber de su refresco, cuando notó que la anciana parecía hambrienta, así que le ofreció un pastelito. Ella agradecida aceptó el pastelito y sonrió al niño. Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció uno de sus refrescos. De nuevo ella le sonrió. ¡El niño estaba encantado! Se quedó toda la tarde comiendo y sonriendo, pero ninguno de los dos dijo nunca unasola palabra. Mientras oscurecía, el niño se percató de lo cansado que estaba, se levantó para irse, pero antes de seguir sobre sus pasos, dio vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo. Ella, después de abrazarlo, le dio la más grande sonrisa de su vida. Cuando el niño llegó a su casa, abrió la puerta. Su madre estaba sorprendida por la cara de felicidad. Entonces le preguntó: -Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz? El niño contestó: - ¡Hoy almorcé con Dios! Y antes de que su madre contestara algo, añadió: - Y ¿sabes qué? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que he visto! Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regresó a su casa. Su hijo se quedó sorprendido por la expresión de paz en su cara. Preguntó: - Mamá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tanfeliz? La anciana contestó: - ¡Comí pastelitos con Dios en el parque! Y antes de que su hijo respondiera, añadió: - ¿Y, sabes? ¡Es más joven de lo que pensaba!"
Esta historia comienza presentando a este niño, que podría ser cualquier niño, con un pensamiento muy claro de lo que quería hacer ese día: Quiero conocer a Dios. El porqué no lo da la historia, solo presenta que su único deseo ese díaera conocer a Dios. Y la historia sigue explicando que él se prepara con comida y bebida para ese camino, y se va. Hay una certeza sorprendente en este niño que lo hace afirmar en su mente y corazón de que ese día el va a conocer a Dios. Que el camino en el cual se dirige lo llevara al encuentro con su Señor. Qué hermoso seria por un momento levantarte un día, y uno exclamar para sí mismo: Hoy voya ver a Dios. Si uno, ahora adulto como somos, ¿qué haríamos? ¿Cómo nos prepararíamos para ese encuentro? Yo no sé ustedes, pero los nervios que yo tendría serian tremendos. No sé si yo empacaría lo mismo que el niño. Lo más probable me vestiría con mi mejor ropa y solo saldría a su encuentro. En la lectura de hoy de Isaías 58, el autor nos quiere dar ese mismo impulso que tiene este niño para...
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