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Introducción:
El objetivo de esta presentación es colocar el tema de la responsabilidad social de las organizaciones en el ámbito más amplio de los contextos políticos, culturales y ambientales propios de las sociedades globalizadas contemporáneas del siglo XXI. Desde una perspectiva sistémica, se trata de encuadrar el tema en grandes tendencias que, desde el inicio de la eracontemporánea han asumido el capitalismo y la democracia en la evolución histórica de Occidente.

El argumento que opera como hilo conductor fundamental del enfoque, es el de los impactos objetivos (económicos, financieros, sociales, culturales, ambientales, etc.) que derivan del comportamiento de los actores dotados de poder político y económico, y de los diferentes grados de responsabilidad que cabeatribuirles a consecuencia del poder, igualmente objetivo, que se evidencia, a través de dichos impactos. Esos grados de responsabilidad, a su vez, se traducen, o deberían traducirse en el ajuste y compatibilización entre los derechos y obligaciones de los ciudadanos de las democracias, vis a vis los derechos y obligaciones de las organizaciones, públicas o privadas, que determinan la asignación derecursos en las sociedades capitalistas globalizadas contemporáneas.

En las culturas premodernas, los estudios relacionados con el mercado y con el estado, se fundamentaban éticamente en las nociones de virtud y de justicia. Aristóteles definía la justicia como la virtud practicada frente al otro. Dividía las formas de justicia en conmutativa (aplicable, entre otros campos, a las contratos ytransacciones de mercado) y distributiva (vinculada al poder normativo del estado) directamente asociada a las formas de gobierno (por ejemplo oligarquía versus democracia). A partir de la era moderna, estas nociones empezaron a cambiar.

El gran punto de inflexión tuvo lugar a fines del siglo XVIII con la Revolución Industrial Británica que establece los fundamentos tecnológicos propios sobre losque se fundó el capitalismo contemporáneo. En ese momento los incrementos de productividad del trabajo se convirtieron en un rasgo inherente a la dinámica del capitalismo. En ese momento, también, se inicia el proceso de desarrollo económico, fundado en dichos incrementos de productividad. La ciencia económica contemporánea nace precisamente con los economistas clásicos, a partir del trabajo deAdam Smith sobre La Riqueza de las Naciones.

El punto de inflexión radica en el hecho de que la sistemática expansión de la productividad del trabajo humano, propia de las tecnologías capitalistas convierte los procesos económicos en juegos de suma positiva, donde existe la expectativa de que todos los actores económicos puedan mejorar al mismo tiempo. Por oposición en las sociedades estáticasdel mundo premoderno, los procesos económicos eran un juego de suma cero, donde la expansión del producto resultaba poco perceptible y, a lo sumo, acompañaba la expansión de la población con pocos o nulos aumentos de la productividad laboral o el producto por habitante. Los impactos sociales de esos aumentos de la productividad configuran la temática central de lo que hemos denominado elcrecimiento económico de las sociedades occidentales durante los últimos doscientos cincuenta años.

Originalmente la dicotomía democracia-capitalismo reflejó la irrupción del liberalismo que respecto de la democracia consagró los derechos ciudadanos, y respecto del capitalismo fortaleció los derechos de la propiedad privada del capital. Ahora bien, estos derechos (o mejor, dichas prerrogativas)patrimoniales se fueron fortaleciendo con la expansión del capitalismo como sistema económico dominante, pero los derechos ciudadanos en particular y los derechos humanos en general tardaron mucho tiempo para lograr su consolidación en Occidente, de hecho, hubo que esperar al fin de la Segunda Guerra Mundial del siglo XX.

Durante el período de consolidación del capitalismo, los códigos éticos...