Béjart o el arte total
Páginas: 8 (1987 palabras)
Publicado: 9 de febrero de 2011
MAURICE BÉJART
O
EL ARTE TOTAL
No es fácil hablar de alguien que es a la vez un abuelo, un maestro, un guía espiritual, un ídolo de juventud y un modelo humano…Maurice ha sido y es todo eso para mí. Su nombre fue uno de los primeros que yo aprendí de niña, cuando su compañía “Le Ballet du XXème siècle” disfrutaba ya de reconocimiento internacional y constituía una verdadera referenciaen el mundo de la Danza. Nunca hubiera creído que años más tarde yo habría de ser una de los 25 elegidos para recrear su legendaria Escuela” Mudra” de Bruselas, que él rebautizaría “Rudra” y que tendrá su sede en Lausanne esta vez, donde trabajamos codo a codo con la compañía y, por supuesto, con Maurice. No me imaginaba los encuentros artísticos y humanos que me esperaban, además del aprendizajeecléctico y del perfeccionamiento en materias de danza clásica, música, teatro, coreografía e incluso artes marciales; y tampoco podía saber que sería allí donde yo descubriría la verdadera magnitud de mi talento y que con ello toda mi vida se redefiniría. Gracias, Maurice, por desvelarme quién soy, a dónde quiero llegar, y por ofrecerme las mejores armas para lograrlo.
LA MISIÓN SOCIAL DELBALLET
“Las mayores alegrías en una vida artística son momentos exaltantes y preciosos donde todo un teatro se concentra en una creación: cien veces hemos recibido esta recompensa en el T.R.M., hemos disfrutado de una felicidad particular, rara. Con el “Ballet du XXème siècle” , todo es aventura, descubrimiento: Béjart tanto nos arrastra a las profundidades de los más grandes compositores denuestra época, como nos revela la India, Irán o Japón. Con él volamos de Offenbach a Mahler, de Pierre Henri a Webern, Stockhausen se ilumina y he ahí que nos encontramos transportados por encima de nosotros mismos por la invención, la imaginación, la habilidad de este hombre de teatro completo. Sus cien creaciones ya han sensibilizado y revolucionado a cuatro generaciones de espectadores y cuántosartistas en el mundo sueñan hoy con el “Ballet du XXe siècle” y con Maurice Béjart, quien, con increíble fecundidad, da nacimiento a tantos espectáculos admirables”. Maurice Huisman escribía este prólogo en 1978, para un libro-homenaje a la mítica compañía que celebraba ya sus 100 creaciones en Bruselas. Con su “No quiero divertir, sino convertir”, Béjart lo ha dicho todo sobre su visión de la danzay de su rol en la sociedad de su tiempo. Esta nueva misión social del ballet ha sido posible por la conjunción de dos elementos: por una parte, un coreógrafo que se alimenta de todas las fuentes de su arte, suficientemente abierto de mente para realizar la síntesis de todo lo que hay de válido en las diferentes formas de danza- del academicismo más puro a los folclores llamados “primitivos”- y lobastante libre como para sentir intensamente, más allá de las apariencias y de los clichés ideológicos, lo que podríamos llamar el subconsciente de la sociedad en la que vivimos. Y por otra parte, un instrumento que le permitiría realizar sus proyectos sin chocar sin cesar con la insuficiencia de medios: “Le Ballet du XXe siècle” con sede en el Théatre Royal de la Monnaie de Bruselas, y el apoyoincondicional de su director, Maurice Huisman.
BÉJART Y EL PÚBLICO… “El espectador es el último creador”, decía Jouvet. Maurice Béjart está convencido de que la danza es el arte del siglo XX: los siglos XVI y XVII fueron la edad de oro del teatro (ni falta hace recordar la gran riqueza del teatro español, del inglés y del francés en esta época), y los siglos XVIII y XIX representaron el granmomento de la ópera. Béjart escoge directa e intuitivamente el arte que expresa con mayor fidelidad la sensibilidad y la angustia de nuestro tiempo; por la simple razón que este arte ha nacido y crecido con el siglo, y que, destinado por esencia a las masas, llega tanto al especialista iniciado, al burgués amasado de cultura general como al hombre de la calle, de reacciones directas y generalmente...
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EL ARTE TOTAL
No es fácil hablar de alguien que es a la vez un abuelo, un maestro, un guía espiritual, un ídolo de juventud y un modelo humano…Maurice ha sido y es todo eso para mí. Su nombre fue uno de los primeros que yo aprendí de niña, cuando su compañía “Le Ballet du XXème siècle” disfrutaba ya de reconocimiento internacional y constituía una verdadera referenciaen el mundo de la Danza. Nunca hubiera creído que años más tarde yo habría de ser una de los 25 elegidos para recrear su legendaria Escuela” Mudra” de Bruselas, que él rebautizaría “Rudra” y que tendrá su sede en Lausanne esta vez, donde trabajamos codo a codo con la compañía y, por supuesto, con Maurice. No me imaginaba los encuentros artísticos y humanos que me esperaban, además del aprendizajeecléctico y del perfeccionamiento en materias de danza clásica, música, teatro, coreografía e incluso artes marciales; y tampoco podía saber que sería allí donde yo descubriría la verdadera magnitud de mi talento y que con ello toda mi vida se redefiniría. Gracias, Maurice, por desvelarme quién soy, a dónde quiero llegar, y por ofrecerme las mejores armas para lograrlo.
LA MISIÓN SOCIAL DELBALLET
“Las mayores alegrías en una vida artística son momentos exaltantes y preciosos donde todo un teatro se concentra en una creación: cien veces hemos recibido esta recompensa en el T.R.M., hemos disfrutado de una felicidad particular, rara. Con el “Ballet du XXème siècle” , todo es aventura, descubrimiento: Béjart tanto nos arrastra a las profundidades de los más grandes compositores denuestra época, como nos revela la India, Irán o Japón. Con él volamos de Offenbach a Mahler, de Pierre Henri a Webern, Stockhausen se ilumina y he ahí que nos encontramos transportados por encima de nosotros mismos por la invención, la imaginación, la habilidad de este hombre de teatro completo. Sus cien creaciones ya han sensibilizado y revolucionado a cuatro generaciones de espectadores y cuántosartistas en el mundo sueñan hoy con el “Ballet du XXe siècle” y con Maurice Béjart, quien, con increíble fecundidad, da nacimiento a tantos espectáculos admirables”. Maurice Huisman escribía este prólogo en 1978, para un libro-homenaje a la mítica compañía que celebraba ya sus 100 creaciones en Bruselas. Con su “No quiero divertir, sino convertir”, Béjart lo ha dicho todo sobre su visión de la danzay de su rol en la sociedad de su tiempo. Esta nueva misión social del ballet ha sido posible por la conjunción de dos elementos: por una parte, un coreógrafo que se alimenta de todas las fuentes de su arte, suficientemente abierto de mente para realizar la síntesis de todo lo que hay de válido en las diferentes formas de danza- del academicismo más puro a los folclores llamados “primitivos”- y lobastante libre como para sentir intensamente, más allá de las apariencias y de los clichés ideológicos, lo que podríamos llamar el subconsciente de la sociedad en la que vivimos. Y por otra parte, un instrumento que le permitiría realizar sus proyectos sin chocar sin cesar con la insuficiencia de medios: “Le Ballet du XXe siècle” con sede en el Théatre Royal de la Monnaie de Bruselas, y el apoyoincondicional de su director, Maurice Huisman.
BÉJART Y EL PÚBLICO… “El espectador es el último creador”, decía Jouvet. Maurice Béjart está convencido de que la danza es el arte del siglo XX: los siglos XVI y XVII fueron la edad de oro del teatro (ni falta hace recordar la gran riqueza del teatro español, del inglés y del francés en esta época), y los siglos XVIII y XIX representaron el granmomento de la ópera. Béjart escoge directa e intuitivamente el arte que expresa con mayor fidelidad la sensibilidad y la angustia de nuestro tiempo; por la simple razón que este arte ha nacido y crecido con el siglo, y que, destinado por esencia a las masas, llega tanto al especialista iniciado, al burgués amasado de cultura general como al hombre de la calle, de reacciones directas y generalmente...
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