César hildebrandt “su majestad la estupidez”

Páginas: 4 (952 palabras) Publicado: 5 de julio de 2011
César Hildebrandt: “Su majestad la estupidez”
Semanario “Hildebrandt en sus trece”, 23-07-2010 Yo sabía que el mundo era estúpido. Lo presentí desde niño, cuando escuchaba a los adultos decirzonceras y al profesor de educación cívica gritar que la patria se hacía creyendo en ella y a Radio Reloj farfullar noticias sin pena ni gloria. Por eso huí hacia los libros, que me hacían pensar que elmundo no era tan estúpido y que, más bien, podía ser estimulante, viajero y maravilloso. Pero más que las historias a mí siempre me fascinó el hallazgo verbal, el milagro de una frase bien dicha, lamúsica de las aliteraciones, el rigor del concepto, el poder hipnótico de la belleza, la fascinación sombría del horror, la fiesta de la fantasía, el realismo de lo inventado. Amaba las palabras y en ellasme demoraba del mismo modo que un entomólogo se detiene ante una mariposa monarca que se ha posado cerca. Amaba las palabras y a ellas les pedí auxilio y refugio para huir de la estupidez. Pero enesa época –tengo que reconocerlo– la estupidez no tenía el aire recio y unánime que tiene hoy. De modo que uno podía huir de ella no sólo apelando a riquelmedemierda las palabras de los libros sino, devez en cuando, yendo al cine a ver una Lola Odiaga y su clavecín, o al bosque de los olivos de Jesús María a tirarse boca arriba en el césped y hacer historias con las nubes que pasaban. La estupidezestaba allí, claro, siempre al acecho, con sus tentaciones, sus bailes de mandril, sus sudaderas y sus diminutivos. Y no importaba que fuera de izquierda o de derecha: la estupidez y los estúpidos quela ejercen no tienen bandera. Entonces llegó la masiva televisión y la estupidez tuvo madrina y hasta puta madre. La solución era, entonces, no ver televisión. Algunos cafés, muchas calles, todavíaalgunos barrios parecían pertenecer a eso que es ordenado, limpio y saludable y que algunos han llamado civilización. Era otra manera de huir. Pero la estupidez tomaba golpes vitamínicos, se hacía...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Su majestad
  • la era de la estupidez
  • la era de la estupidez
  • Majestad
  • La era de la estupidez
  • LA ERA DE LA ESTUPIDEZ
  • Estupidez
  • La era de la estupidez

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS