Cómo veo a méxico
En próximos días, estaremos celebrando el bicentenario de nuestra Independencia y el centenario de nuestra Revolución, los hombres que canten con fervor el himnonacional en las butacas del Estadio Azteca sin siquiera ser primariamente conocedores de nuestra historia, serán más patriotas que aquellos que salgan de su casa con la ilusión de dejar una mejor naciónpara los que seguimos. Las mujeres que cocinen el mejor pozole serán más buenas por ejemplo, que la senadora Rosario Ibarra de Piedra, misma que dijo estoy vieja pero no me rindo y seguiré peleando,afuera de la Catedral Metropolitana donde recordaban a sus desaparecidos políticos.
Y es que nuestro país está triste, en México las universidades están abarrotadas y vacías las ilusiones para muchosjóvenes, en el norte y en el sur la gente se nos muere de a montones y para colmo de los males, el poder ejecutivo emprende guerras que nunca gana por la simple razón de que son guerras falsas. Nospreocupamos más porque no quepan en nuestra pobre sociedad parejas del mismo sexo criando a un niño,que por la infamia cometida hace menos de dos años contra más de 40 pequeños que esperaban,supuestamente seguros mientras sus padres trabajaban.
Tampoco importa en este bicentenario la falta de oportunidades laborales y académicas. Antes éramos la Generación X; la de la apatía, ahora somos laGeneración de los Ninis; la de los que ni trabajan ni estudian. Y pareciera ser un honor porque hasta gracia nos causa.Surge entonces la pregunta a la cual, por lo menos yo, no encuentro respuesta ¿De quénos hemos cansado los jóvenes si nunca hemos luchado por nada?.
Lo único que puedo decir a alguna persona más joven que yo, es que realmente lo siento, porque nuestra situación es grave y por desgraciano percibo esperanza alguna de que haya un enorme cambio colectivo de conciencia. Por su parte, a los potentados; los felicito porque han hecho de ésta nueva generación una generación que quizá no...
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