Caballo Blanco

White Horse
Un amor sin límites.

La nitidez con la cual me veía era implacable. Mi vestido color salmón caía hasta mis rodillas. Debajo de mi busto una pequeña cinta en forma de moño le daba el toque de elegancia y sencillez que necesitaba. Mi cabello rubio, lacio, tapaba mis hombros. Subí mi vista lentamente hasta el punto donde todo se volvía sobrio. Preste atención a dos aspectos enparticular, mis grandes e hinchados ojos y la expresión completa de mi rostro. Podía llevar un lindo atuendo, tener un ostentoso peinado o unos zapatos de gran taco, pero con solo una pequeña vista a mis facciones, sería suficiente para darse cuenta que no deseaba ir a ese evento.
Las horas de llanto a mis padres no habían servido, estaban empecinados con ir. Dijeron que era una cuestión de ética y quesería una falta de respeto que un integrante de la familia no asistiera. Volví frustrada y con paso pesado a mi habitación para prepararme para lo ceremonia. Unas horas después me encontraba, empujada por mi hermanitas, hacia el enorme portón de la mansión.
La familia Somerhalder poseía hectáreas a las afueras de la ciudad de Harrow, Inglaterra. Se podría decir que éramos vecinos. Creo que eltérmino “conocidos por cuestiones de elite” es más acertado. Aunque mentiría si no dijera que soy muy cercana a sus hijos, Trevor y Christopher.
Es costumbre que las familias se reúnan una vez por semana en la casa de la familia elegida. Son ese tipo de ocasiones en las que una persona de diecisiete años, agradece encontrar compañía para una simple charla, o para huir de la clase social y la rigidezque abarca la situación. Ya saben, sentirse libre de la opresión de los padres. Era ahí donde ser cercana a los hermanos Somerhalder era de gran ayuda. Solíamos excusarnos de los banquetes diciendo que no teníamos apetito o que mis hermanas pequeñas necesitaban salir a tomar aire con supervisión. Esto nos llevaba a pasar horas caminando en los parques bajo la luz de la luna, la vigilancia de losgrandes árboles y sus hojas danzarinas mientras que los adultos se divertían a su forma, conversando sobre política y el estatus social. Nada que nos pueda interesar realmente.
Respire hondo y entre al jardín principal caminando en línea recta. No preste mucha atención a la multitud; simplemente dejaba que mis instintos me guiaran. Sabía que sería una larga ceremonia, llena de falsas e hipócritassonrisas.
— ¿Elizabeth podemos ir al lago? —Jamie jalo de mi brazo para que le prestara atención— Con Allie queremos ver los peces de colores antes de que empiece.
Mis hermanas solo tenían ocho años, no se percataban de mi estado, por lo cual, huir con ellas sería un alivio por unos minutos.
— Claro, pero déjenme acompañarlas, —les dediqué una pequeña sonrisa— es un lugar muy grande, nopermitiré que mis dos bellezas se pierdan.
— Entonces andando, —Allie siempre tan inquieta— no quiero perderme la entrada de la novia —disimuladamente miré hacia un costado haciendo oídos sordos a sus palabras. Realmente no quería acordarme del motivo por el cual estaba allí vestida de gala.
Tome de sus manos y las guie hasta el lago. Era tal mi desesperación por alejarme de la muchedumbre que no mepercate de la decoración, ni de donde estaba ubicado el altar.
El rocío del pasto se filtraba en mis zapatos e incomodaba a mis pies, pero realmente no me importaba verme bien, sabía que cuanto menos miradas se posaran en mi, sería factible pasar desapercibida o por lo menos, tenía la esperanza que así fuera.
Lamentablemente después de la familia Somerhalder, seguíamos nosotros en el podio depoder, por así decirlo.

Salvatore, mi apellido era muy popular entre la multitud, sabían que la hija mayor seguía sin comprometerse y no hay cosa más interesante para los amantes del dinero, que su hijo se una en matrimonio con una “señorita de gran fortuna”. Tengo que admitir que, les estoy agradecida a mis padres por no apresurarme. Ellos tenían claro que será mi elección, entre sus...