Cabañas Del Tio Tom

Una tarde desapacible del mes de febrero se hallaban sentados dos frente a una botella de vino dos caballeros en el comedor de una casa de distrito B…, del estado de kentucky. Los sirvientes se habian retirado y los caballeros parecian discutir un asunto serio. No puedo cerrar el trato en esas condiciones, señor shelby- repuso el otro, interponiendo una copade vino entre la luz y sus ojos. –Ha de tener usted en cuenta, haley, que tom es un hombre que sale de lo corriente, y vale esa cantidad; es trabajador, honrado capaz, y maneja mi granja conla precision de un reloj.–No va a creer usted que yo soe un hombre que creen en la religiosidad de los negros – dijo haley-. En el ultimo envio que ice de nueva orleans iba uno que era un santo, por lo bueno, amable y pasifico. Por cierto hice un buen negocio con el porque lo habia comprado barato y lo vendi en seiscientos dolares. Si, señor si; la religion es una cualidad muyrecomendable en un negro si es autenticamente religioso, sin fingimiento. Yo tengo tanta conciencia como pueda tener otro hombre de negocios –repuso el tratante- y ademas estoy dispuesto siempre a hacer todo lo posible por complacer alos amigos; pero, en este casocomprenderas usted que un solo individuo es poco. En aquel momento se abrio la puerta y entro un milatillo cuarteron de cuatro a cinco años de edad. Habia en su tipo algo bello atrayente. Su negro cabello caia formando rizos en torno de su redonda carita, embellesida por unos graciososhoyuelos, y sus ojos, grandes y oscuros, llenos de vivesa y de dulzura, miraba con curiosidad por entre las abundantes largas pestañas. El chico se acerco y el amo le dio una palmadita en la rezada cabezay la acaricio la barbilla.En aquel momento se presento una muchacha cuarterona de unos ventiocho años. No habia mas que mirar al muchacho para comprender que aquella mujer era su madre. Tenia los mismos ojos grandes, negros y vivoz; las mismas largas pestañas los mismos rizos en el sedoso y negro cabello.De un salto el chico se hecho en brazos de su madre mostrandole las uvas. La joven se apresuro a retirarse con hijo en brazos. -¡vive dios que es un exelente articulo!–exclamo el tratante- con esa muchacha puede hacer usted una fortuna en nueva orleans. He visto pagar mas de una ocacion pagar mil dolares por muchachas no mas bonita que esa. –Gracias, no quiero haver mi fortuna asi –dijo secamente shelby. –vamos aver ¿Cuánto daria yo por esa chica? Yo daria… -no la vendo –respondio shelby-. Mi mujer no consentiria deshaserse de ella aunque le dieran su peso en oro. –Hay quien dice que este negocio se opone alos sentimientos de la naturaleza;...