cabañas
Pero evocar a Cabañastambién es válido si se considera que el Guerrero en el que él vivió y peleó contra el Estado mexicano, no dista mucho del actual. Pobreza, marginación, caciquismo, corrupción, represión y, por encima detodo ello, una impunidad sistemática, siguen siendo norma en la entidad.
Por si fuera poco, ese Guerrero en donde policías perpetraron la desaparición masiva de estudiantes, es el mismo en el quedurante los años sesenta y setenta del siglo pasado ocurrieron la mayor cantidad de desapariciones forzadas, durante la llamada “Guerra Sucia”. Hoy, como ayer, se trata de casos que siguen esperandojusticia, y sobre los que ya han comenzado a amontonarse otros más, de familiares que perdieron el rastro de los suyos y de fosas que arrojan cuerpos no-sé-sabe-de-quién.
Todo ello hace que elagravio de ayer sea el mismo que el de hoy. No se puede hablar de crímenes del pasado, porque son persistentes. Y todos son resultado de un sistema de impunidad, como lo expresa Tita Radilla, quien tras 40años sigue esperando el regreso de su padre, detenido por el Ejército en 1974.
“Esa impunidad en la que han estado nuestros casos ha sido lo que ha provocado todo esto”.
Foto: Antonio Cruz,SinEmbargo
Comunidades pobres de Guerrero son históricamente víctimas de desapariciones. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
Atoyac y Tixtla, Guerrero, 1 de enero (SinEmbargo).– La carretera que marca el...
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