Cabeza

Cabeza de perro 5
No existe perdón cuando la culpa no es remordimiento, en mis tiempos de aprendiz leí que todos nuestros pecados era nuestra memoria atacando nuestra consciencia “aquello que todo lo sabe “el sistema usa diferentes maneras para llegar a tu consciencia, tales como “el voto es secreto” “las denuncias anónimas” y demás toda acción anónima conlleva un poco de sinceridad humanadebido a que el ser humana jamás lleva a cabo ninguna acción que lo exponga ante la sociedad como lo que realmente es.
Somos hipócritas por excelencia ¿En qué momento la hipocresía se vuelve defensa? ¿La usamos como llave maestra para poder juzgar a otros y sentir así que nadie puede juzgarnos? ¿No es mentirse a sí mismo eso?
Conocí a una muchacha, en los años de mi juventud, tendría 15 añosquizás 16 eso no importa, ella tenía la belleza de mil soles de verano, la frescura de los días en el balcón, era toda pureza y realidad, era una musa para quien la admirase por más de 20 minutos y no voy a mentir victima de su hipnótica presencia fui y entonces la desee.
¿Cómo podría un ser tan perturbado como yo alcanzarla? Esa fue la primer pregunta que me hice, por aquel entonces los ataquesy las personas que vivían en este caserón viejo solo éramos 2 acababa de conocer a Marcelo y nos la pasábamos peleando todos los días, puteada tras puteada, desgaste tras desgaste y básicamente no me estaba acostumbrando a eso de tener que peinar dos cabezas cada mañana y orinar por dos en las madrugadas, mientras me victimizaba por un lado me enaltecía por el otro, era todo problemas yconocerla a ella fue como una “liberación” ¿Cómo alcanzarla? No siendo yo, esa sería la única manera, una vez encontré la solución, la busque, como era de esperarse ella se enamoró y la verdad yo también me enamore de ella y en el extasió de los días olvide que jamás se enamoro de mí, ni de mis penas, todos los días me sentaba a peinar su cabello mientras la brisa nos abrazaba por las tardes.
Me sentíasolo en su compañía y sin ella me sentía más solo todavía, los veranos eran largos y reconfortantes, los inviernos cálidos y llenos de mimos, una noche me quede dormido entre sus brazos y ella descubrió que yo no era la máscara que le mostraba, como era de esperarse se horrorizo y huyo, huyo de mi desastre, sin contar que su amor propio se vio terriblemente herido al pensar que se había sentidotan bien junto a mí, alguien que jamás debió conocer.
Que mejor dicho jamás conoció y compartió días y días junto a él, pasaron muchas tardes antes de que Marcelo lo entendiera y en muchas tazas de té busque su mirada, culpándome día tras días de su partida, odiándome un poco más que de costumbre, despreciando lo que era y lo que sería a continuación de su partida.
Una tarde de invierno mientraspreparaba té y me sentaba en el balcón, tuve algo parecido a una epifanía.
Yo estaba exiliado incluso antes de conocerla, el fin estaba escrito y construido en cada una de las caricias que le alcance a robar, el horror siempre nos rodeo y por lo tanto nunca me conoció, de su memoria me desvanecí como un mal sueño, como un montón de ruido y una pesadilla que jamás sucedió, me di cuenta quetécnicamente no había hecho nada y que ella no había cometido un error, me di cuenta que yo solo había interferido en el curso natural del destino y que no se horrorizo de lo que era, sino de lo que no soy y jamás seré.
En noches como esta, yo sí pienso en ella y sé que ella no tiene historia alguna mía, porque yo sí note su existencia y ella jamás se percato de la mía, ¿Recuerdan que hablaba de losviajes en el tiempo? Y las imposibles preguntas del “Que hubiera pasado si?...” En este preciso estado de consciencia puedo asegurar que todo hubiera sido un desastre y que sí se hubiera percatado de quien era jamás se hubiera detenido el tiempo.
E incluso yo no hubiera pasado por tales capítulos sentimentalistas e inútiles sino supiera que soy un conjunto vació para alguien que pudo llegar a...