Caca

3 de julio del 2008

El tiempo ayuda a que las heridas sanen, pero siempre la cicatriz queda. Como si fuera un recuerdo de que algo has hecho mal. Y en el futuro todo se pagará, te dolerá y te cortará como el filo de un cuchillo atravesando lentamente tu cuello. Prologando el dolor, haciendo que te arda tal como un fuego hasta quemarte.

Ese error a la larga te mata. Te hace recordar que estuvopresente y que formo parte de tu vida. No obstante, te recuerda que no tiene que volver a pasar. De lo contrario, sentirás como el dolor te consume por dentro.

Esos días siente una punzada en el pecho, un nudo en la garganta y siempre está esa sensación de que inevitablemente volverá a suceder… ¡como si fuera una obligación! En esos momentos, tiene que tragar saliva y decirse a sí misma que ya noes esa persona, que ha cambiado… aunque no sea del todo cierto.

Pero la soledad no ablanda el dolor, de hecho, le hace recordar que no es como los demás, que ha decidido por sí sola ser diferente. ¿Por qué? Debido a represarías, obligaciones de la época y un hecho… Da igual, el por qué, el punto es que pasó.

Eso se obligaba a repetir Courtney una y otra vez, no debía abandonar a nadie, no teníaque volver a hacerlo. Sin embargo, luego de haberse sentido completa, volver a la nada la hacía sentir más presente aún el vacío de su corazón.

Corrió hacía el baño y metió su cara en el retrete, esperando que la succionará y con ella que se esfumaran todos sus problemas. Sin embargo, no ocurrió. Se detuvo antes de vomitar, se sentó en el suelo y comenzó a sollozar. ¿Por qué era tan complicado?¿Por qué no podía solo olvidar todo? 

Clavó el cuchillo cortando profundamente la piel y dejando que saliera la sangre. Gimió del dolor que le daba. Estaba sola, otra vez. Vio como aquel líquido rojo se deslizaba por su muñeca e intentó detenerse, pero solo logró hacer más grande la herida y provocar más dolor. Dolor que se merecía…

Lloró y gritó pero nadie la oía, eso solo hizo recordarle, quenadie más podía enterarse, era un problema suyo y no quería que nadie más saliera lastimado… No, no iba a dejar que pasará.

Pero en su mente solo aparecían unas imágenes, los chicos señalándola y riendo, su dedo acusador frente a ella como si quisieran sentirse bien, siendo crueles. Las risas retumbaban en su oído como si hubiera sido ayer… no hace diez años.

Tenía el pelo trenzado en una trenzareta y perfecta que su madre le había hecho. Fue la última… ya que ese día, murió. Y ahí empezó todo, un tres de julio, pero diez años atrás…

Petalos de sangre.-

4 de septiembre del 2006.

Había una rosa blanca, sí, eso lo recordaba. Tampoco podía olvidar que en su sueño las espinas la azotaban con fuerza. Era el amanecer, el sol radiante iluminaba el prado completamente repleto de espinas.Gritó con fuerza intentando desprenderse del dolor. Pero eso solo provocó que las espinas le cortaran aún más. Su cuerpo se desprendía de demasiada sangre. Entonces, contempló como los pétalos también poseían manchas irregulares.
Sus ojos se clavaron la única rosa y supo que la quería poseer. Su cuerpo ensangrentado pedía que no se moviera. No obstante, no podía. Esa rosa tenía que ser suya.

El dolorse hizo cada vez más intenso, como si miles de cuchillos la atravesaran. Se dio cuenta que lloraba adelantándose al final. Moriría desangrada, si es que la presión no la liberaba. Porque era una prisionera, aquel recuerdo la atosigaba y la mataba por dentro.
Sintió una punzada en el estómago y pensó que se desmayaría, o bien vomitaría. Pero no era hora para eso, debía sacar la valentía de algunaparte. Aunque eso implicase morir en el intento.

Unas pequeñas gotas se deslizaban uniformemente por una gran ventana rectangular que se encontraba justamente por detrás de la cama de Courtney. Se frotó los ojos y se sentó en el borde de la cama. Tenía la cara sudada y dos grandes ojeras violetas en la parte inferior de sus ojos cafés. Intentó recuperar la tranquilidad, pero su corazón...