cacaca
—Anda y molesta a mamá, ¡déjame dormir! —agregó al no tener respuesta,pero al mismo tiempo, abrió suficiente los ojos para darse junta que la chica en la puerta tenía el cabello largo y su hermana siempre lo llevaba corto.
No quiso mostrar su sorpresa, se movió conlentitud, pero la pequeña que hasta ese momento lo veía fijamente, hizo lo contrario, a una velocidad extraordinaria recorrió un par de metros ¡flotando! David se tiró de la cama para evitar uncontacto y se arrastró hasta el armario usando como escudo una almohada.
—¡Mamá, mamá! —gritó con todas sus fuerzas y tantas veces que hasta respirar olvidó. Peor aún, cuando las puertas empezaron avibrar, era evidente que la niña intentaba entrar, y él se aferraba a mantener su encierro clavando bien las uñas en la madera y tirando con todas sus fuerzas, pero la potencia de la intrusa voladora eramayor, arrancó las tablas dejando al descubierto el rostro azul pálido de aquel asustado joven.
En la cara de ella solo había tristeza, de esa tan profunda que consume a las personas y la dejasecas…sin aliento, sin pensamientos…sin vida.
Sentía el joven que aquel oscuro sentimiento le invadía y solo podía llorar, llorar y llorar, exhalando de a poco su vitalidad. A punto estaba de dar elúltimo suspiro, cuando su madre entró a toda prisa, iluminando la habitación con una vela rosa, detrás de ella vinieron los demás miembros de la familia cargando también estas velas, e increpando alespectro con aquella tonalidad tan placentera.
En un respiro, el fantasma de la niña se desintegró con una mueca de enojo y todos rodearon a David.
—Perdóname mi amor, pensamos que esto no te...
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