Cacap
Quizás cuesta dimensionar lo que nos conecta a un pequeño ser como la hormiga; o a un enorme cuerpo celeste como el Sol. Personalmente, no puedo evitar pensar en el ciclo de la alimentación. Algo completamente inorgánico, un átomo de nitrógeno gaseoso, es incorporado por un tallo de pasto – con la ayuda de un poco de energía solar – y convertido en alimento para herbívorosde menor tamaño; tal vez un conejo o un ave. Luego aparece el consumidor secundario – ese zorro o halcón que vagaba por la zona. Y como es natural, dicho animal deberá eventualmente perecer y su cuerpo caerá la tierra…. Para volver a convertirse en materia inorgánica. Así pues, como estipula la bien conocida Ley de la Conservación de la Materia, nada se pierde en el proceso. Por lo mismo, no esimposible que una de las células de mi cuerpo haya sido antes parte de un árbol, de una pierda o de otro hombre. Conexiones que se remontan al principio del universo – y continuaran existiendo con éste. Conexiones que forjan la realidad – es cosa de observar a nuestro alrededor. No hay árbol son hojas; no hay bosque son árbol. Así funciona también nuestra sociedad.
En la actualidad, es sencilloolvidarnos de este simple hecho. Vemos el bosque y no los arboles. Muchas veces dañamos al otro – con palabras, actos crueles e incluso por un descuido – y basamos nuestras ciudades, la construcción y mantención de ellas – autos, edificios, comodidades y servicios – en la destrucción del medio ambiente. Hemos creado guerras y matado a miles, aniquilado especies enteras, cambiado el lienzo del paisajey contaminado ese majestuoso océano del que hablábamos con el único fin de imponernos sobre el mundo y buscar el “bien mayor”. Una gran ironía si se piensa que dicho grado de “mayor” o “menor” no aplica a este mundo interconectado – existen tan solo mayores grados de complejidad, no de importancia. La búsqueda del poder, la ambición y la envidia se imponen por sobre la lógica propia del mundo,impidiéndole al hombre ver el equilibrio hacia el que éste tiende. Es un ciclo que no se detendrá a medida que continuemos ciegos a lo que está ocurriendo. Dañamos nuestro entorno y a los que nos rodean, lo que a su vez nos daña de una manera más profunda a la que podemos ver. Pues somos parte del todo y un todo en nosotros mismos.
Los seres humanos parecen esforzarse por romper el equilibrioentre todas las partes, un poco más con cada acto destructor. Es la meditación, el arte de comprender la propia mente – de la atención completa – que nos permite re-conectarnos de cierto modo con este todo que es el Universo.
Como un principiante de esta práctica, no puedo más que dar mi opinión personal acerca del tema.
No diría que he logrado aún alcanzar ese instante de silencio absoluto, de...
Regístrate para leer el documento completo.