Caché de Michael Haneke

Haneke fuera de campo, Caché en cuadro fijo

La naciente expresión cinematográfica se constituía alrededor de la escena tratada en forma de cuadro (una toma filmada de una sola vez que abarcaba frontalmente la totalidad de un decorado pintado). Así describe Vincent Pinel, en su obra titulada ‘‘El montaje’’, el recurso del encuadre fijo, característico en los inicios del cine, antes de quefuera inventada la famosa técnica del montaje. Es precisamente aquel recurso (el encuadre fijo), el que encuentra en el director austríaco Michael Haneke a uno de sus máximos exponentes, claro que no en razón de las limitaciones propias de fines del siglo XIX, sino que por una opción estética convertida ya en un sello característico de su cine de terror, violencia y maldad.
Caché (escondido),galardonada película estrenada el año 2005, trata básicamente sobre una tradicional familia de la burguesía francesa: padre periodista, madre escritora y un hijo adolescente, que comienzan a ver alterada su comodidad rutinaria luego de recibir inquietantes cintas de video grabadas desde el frente de su casa, envueltas además en horribles dibujos, situación que se va volviendo cada vez más asediante,desencadenándose una serie de conjeturas que van a forzar al protagonista a revivir fantasmas olvidados del pasado, despertar de su letargo y darse cuenta de que una verdadera amenaza se aproxima.
Curiosamente, la utilización del mencionado recurso del encuadre fijo, queda en evidencia aquí desde el primer minuto. Mientras transcurren los créditos iniciales, es posible observar a través de los ojos(y la cámara) del sujeto que realiza las grabaciones, una panorámica frontal de la casa, que se muestra ininterrumpidamente por alrededor de 2 largos minutos. Hacia el final de la escena, se oye también una conversación fuera de campo, sin demasiada relevancia más que la de romper la concentración del espectador en cada detalle de la casa que se nos muestra.
Este recurso del fuera de campo,también muy característico del cine de Haneke, resulta no ser particularmente explotado en esta película, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en Funny Games (1997), película del mismo director en que los asesinatos perpetrados por los sádicos ‘‘jugadores’’, se producen fuera del cuadro principal. El encuadre fijo, en cambio, sí que se puede seguir apreciando a lo largo de la película,bastando el ejemplo de que la misma escena de la casa se repite por varios minutos otras 2 o 3 veces, hasta el punto de que incluso una semana después de ver la película, no temo aquí exagerar, uno sería perfectamente capaz de describir la casa con al menos un par de detalles.
De la simple lectura de la sinopsis de la película, incluso siguiendo sus primeros minutos, se podría concluir que estamos anteun thriller de suspenso al más puro estilo de Hitchcock, pero por supuesto que este irreverente director no podía detenerse ahí, sino que va más allá. El film envuelve una potente crítica histórica y social, pero condimentada, en 2 horas atraviesa un sinfín de tópicos como la violencia, más psicológica que física, pero violencia al fin y al cabo; también la culpa (o en este caso la ausencia deella), la conciencia moral, la frivolidad, la venganza, el miedo y la desesperación, esa que provoca recibir videos y postales anónimos, sin saber de quién provienen ni para qué, sin poder recurrir a la policía ni a nadie más y descubriéndose, al fin, que podemos estar sufriendo los efectos de un pasado oscuro y hasta entonces olvidado del que no nos resulta posible escapar.
‘‘Para una conjeturaestética de la maldad’’, texto escrito por Sergio Rojas a propósito de La Cinta Blanca, pero que también aborda a grandes rasgos otros títulos de la filmografía del director austríaco, sintetiza perfectamente la idea anteriormente desarrollada: es cierto que Caché aborda el silencio y la mala conciencia de cierta intelectualidad francesa respecto a los crímenes cometidos contra la población...