Cada mañana

CADA MAÑANA

5:00 a.m. suena el despertador de un miércoles, tratamos de levantarnos de esa corta noche, sintiendo que nuestro cansancio superó por mucho las pocas horas de sueño.Sabemos que nos espera un día más de trabajo. Corremos a toda prisa para cumplir con nuestras obligaciones matutinas, nos bañamos volando, nos tomamos un café de pie, prendemos el televisor paracontaminarnos con todas las malas noticias que ofrecen los noticieros, y salimos a toda prisa a enfrentarnos con las presas, los horarios y retos que encarnan el nuevo día.

Para muchos, estaes su realidad, pero no tiene que ser así, nuestro despertar cada día, debería ser un momento sagrado en el cual agradecemos a Dios por darnos el privilegio de despertar cuando sabemos quemuchos no lo han tenido.

A partir de mañana, trate de abrir sus ojos 30 minutos antes, tómese diez minutos en la cama para despertar con calma, estirarse, escuchar el silencio que nosenvuelve a esa hora, levántese y diríjase a la sala de su casa, siéntese y agradezca a Dios, cualquiera que sea la idea que usted tiene de él, por el Don de la vida, por las cosas que tiene, y por lasque vendrán, pida sabiduría para enfrentar ese día con optimismo, para vivir ese día como si fuera el último. Tome un corto pero relajante baño, si no puede desayunar, al menos coma una fruta otómese un yogur; y por favor, No prenda la televisión para escuchar las noticias de las 6:00. Lo único que conseguirá será llenarse de estres. Ansiedad y temor, pensando que ese es el mundo que leespera al salir de su casa. Por el contrario, escuche su música favorita mientras se viste, mírese en el espejo y siéntase lleno de éxito, piense que esa imagen es el reflejo de un triunfador yque si hoy fuera su último día, sus seres queridos le recordarán por ese día. Cárguese de energía positiva, visualice su día de éxito y salga a la calle a vivir.

José Angel Muñoz.