Cada vez que me klevanto
Ay, Lizardo querido!
si feliz muerte conseguir esperas,
es justo que advertido,
pues naciste una vez,
dos veces mueras.
Así las plantas, frutosy aves lo hacen:
dos veces mueren y una sola nacen.
Entre catres de armiño
tarde y mañana la azucena yace,
si una vez al cariño
del aura suave su verdor renace:
¡Ay flor marchita! ¡ayazucena triste!
dos veces muerta si una vez naciste.
pues con rayos no abrasáis
a la nieve que os circula.
No sois agua, ojos traidores,
que me robáis el sosiego,
pues nunca apagáis mi fuegoy me causáis siempre ardores.
No sois cielos, ojos raros,
ni infierno de desconsuelos,
pues sois negros para cielos
y para infierno sois claros.
Y aunque ángeles parecéis,
Primores yagrados hay
en tu talle y en tu cara;
todo tu cuerpo es aliento,
y todo tu aliento es alma.
El licencioso cabello
airosamente declara
que hay en lo negro hermosura,
y en lo desairado hay gala.Arco de amor son tus cejas,
de cuyas flechas tiranas,
ni quien se defiende es cuerdo,
ni dichoso quien se escapa.
¡Qué desdeñosa te burlas!
y ¡qué traidora te ufanas,
a tantas fatigasfirme
y a tantas finezas falsa!
¡Qué mal imitas al cielo
pródigo contigo en gracias,
pues no sabes hacer una
cuando sabes tener tantas!
CARTA A LIZARDO PERSUADIENDOLE
QUE TODO LO NACIDOMUERE DOS VECES,
PARA ACERTAR A MORIR UNA
LIRAS
¡Ay, Lizardo querido!
si feliz muerte conseguir esperas,
es justo que advertido,
pues naciste una vez,
dos veces mueras.
Así las plantas,brutos y aves lo hacen:
dos veces mueren y una sola nacen.
Entre catres de armiño
tarde y mañana la azucena yace,
si una vez al cariño
del aura suave su verdor renace:
¡Ay flor marchita!¡ay azucena triste!
dos veces muerta si una vez naciste.
Pálida a la mañana,
antes que el sol su bello nácar rompa,
muere la rosa, vana
estrella de carmín, fragante pompa;
y a la noche otra...
Regístrate para leer el documento completo.