cafe
Como cada mañana de mi cotidiana vida, me ponía mis zapatos negros de taco 7, una falda de vuelo verde que me llegaba hasta las rodillas y mi blusa de manga acero de color blanco, cada día me cambiaba de peinado, y aquel no era la excepción, dos trenzas fue el peinado de aquel jueves junto a un ligero maquillaje, no me gusta mucho la extravagancia, aunque mi personalidad seadiferente a mi forma de vestir.
Mi hermana Elsa ya había salido al trabajo, y para mi mala suerte no había dejado nada para mi desayuno, me enfade, pero después recordé que ella me advirtió la anterior noche que si otra vez me levantaba tarde no iba a desayunar. Al final cumplió su palabra.
Me puse una casaca negra y cogí las llaves del apartamento, si Elsa me iba a dejar sin comer hoy en casa,al menos debería ir a la cafetería que habían abierto hace poco, tenía curiosidad en entrar desde que abrió, pero nunca se me dio la oportunidad hasta hoy.
Empecé a caminar velozmente a la cafetería, mi estomago era el principal culpable, así que no quería hacerlo esperar.
Al llegar al lugar me quede cautivada por la sencillez y tranquilidad que había, habían ya clientes comiendo en diferentessitios, para mi suerte había una mesa junto a la ventana disponible, así que aproveche a sentarme en dicho lugar. Cogí la carta de menú mientras meditaba que sería bueno para mí.
- ¿Panecillos? Mmmm no. ¿Hot cake? Mmmm… veamos con que viene… ¡Chocolate!
No pude evitar emocionarme en encontrar lo que quería para comer, aunque aquel grito hizo que medio mundo volteara a verme, y por inercia solopude ocultar mi rostro con la carta de menú, en mi mente solo cruzaba la idea que si Elsa estaba, definitivamente se reiría de lo ocurrido.
Finalmente pude bajar la carta cuando de repente frente a mí estaba un chico parado, era alto y rubio, de ojos color caramelo que me observaban de manera curiosa junto con un traje de camarero, tal vez era deportista en su tiempo libre ya que tenía un cuerpobien fortalecido aunque tratara de disimularlo entre su traje.
- Buenos días ¿algún pedido en especial?
Y esas fueron sus primeras palabras después que termine de bajar la carta.
- ¡Ah! Sí, deseo una porción de Hot cakes con chocolate.
- ¿Y de beber?
- De beber… mmm
- Si no es mucha molestia, le puedo sugerir una taza de café.
- ¿Café? Mmm bueno no es por contradecir su sugerencia, perocreo que algo más dulce me caería bien.
- Perdón si insisto, pero pienso que no hay nada mejor que disfrutar del dulce sabor del chocolate con el amargo sabor del café, además que no se sentirá muy hostigada después.
Aquel chico me pareció algo insistente, quizás un poco tosco siendo un camarero, pero por alguna extraña razón me pareció lógico lo que decía, muchas veces Elsa me decía que no comieramás dulces de lo que ya comía o terminaría hostigada. Cosa que muchas veces me pasaba. Pero aquel chico, me estaba dando una posible solución a ello. Será que en mi rostro solo hubo palabras de dulces para que me sugiriera, o lo que minutos antes grite, o simplemente por el pedido. No pude evitar seguir observando al chico, que creo que empezó a sentirse algo incomodo de que no le diera larespuesta aún. Lo que no sabía era si estaba levemente rojo por el enojo… o es que era que estaba sonrojado. No lo supe en ese momento.
- Muy bien, me convenciste, una taza de café – me dirigí a él con una sonrisa, mientras el inmediatamente anotaba mi pedido mientras se retiraba.
A lo lejos pude contemplar como el chico se esforzaba en su trabajo, mientras avisaba a una señora de nombre Bulda quesirviera mi pedido. Lo que me sorprendía de él por momentos es la seriedad con la que atendía a los demás clientes, cosa que fue distinta conmigo. Me reí a mi misma por la situación que arme antes, de seguro aquel chico rubio se iba a acerca a pedir mi pedido cuando grite y por eso me miro de manera distinta.
Finalmente aquel joven camarero se acerco con mi platillo de Hot Cakes con chocolate y...
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