Caida libre

COLOMBIA EL PROYECTO NACIONAL Y LA FRANJA AMARILLA

Divagando entre letras escritas por otros con sentimientos similares a los nuestros pero considerando desde una perspectiva más personal, no se puede más que unificar las incógnitas del autor de este texto con las que cualquier colombiano del común podríamos cuestionarnos día a día sin encontrar las verdaderas causas de nuestra lúgubrerealidad.

En medio de tantas ventajas como las que podría enumerarse para dar más de un millón de motivos y decir porque nuestra patria debería figurar como una nación soberana, con índices de educación suprema con las tierras más fértiles y generosas con los mares que la acunan y la arrullan con toda una idiosincrasia que más bien pareciera un ramo de variada jardinería; con toda laagricultura, los climas, los suelos, los pulmones del mundo respirando por toda su gente. Con toda esta oportunidad de ser Colombia fortaleza y ejemplo … Y viene siendo poco menos que la pobre niña rica república de Colombia enfrascada en medio de todas sus hermanas naciones que la ven como la oveja negra de la familia de los países bolivarianos.

Pero de quién es la responsabilidad verdaderamente? deuna masa de hombres y mujeres que miramos apacibles el espectáculo que nos muestran nuestros dizque lideres y nos conformamos con lo que vemos aun sabiendo cual es la realidad que se vive detrás del telón o de los que se han vestido de honorables y letrados para con sus leyes y normas envolvernos y hacernos más sumisos aun al sentirnos irremediablemente obligados a creer en ellos y a confiaren sus luchas.

Esas luchas que están arregladas a favor de los más fuertes porque para ellos es el verdadero éxito en cada batalla para los que están siempre en el palco observando cómo diminuta especie a los que estamos en la arena esperando el milagro de que las cosas van a mejorar y a nivelarse para darnos un poco de igualdad en condiciones de vida de unos y otros. Pero las guerras no seganan cuando los gladiadores se quedan solos a merced de los coyotes que puedan devorarlos, no es una lucha justa el que los gobernantes pongan una cara para convencer un pueblo de la nobleza de sus intenciones derrochando toda la labia con la que puedan alentar los corazones y la fe de los incautos ofreciendo promesas que no se van a cumplir.

Pero tampoco ganamos guerras quedándonos inmóviles,impávidos ante toda una borrasca de hechos deplorables para los pueblos para toda una nación, sin tener la más mínima intención de levantarse del nicho que tanta apacibilidad se ha creado semejando nuestro molde y siendo esta una mala herencia de generaciones pasadas y mal ejemplo para las generaciones venideras.

Y si acaso hubiera una esperanza de ideas nuevas con proyección a mejorar este paísno faltará quien quiera callarla si a su conveniencia no favorece o no se acomoda a sus ideales personales e individualistas.

Para que esforzarnos si es tan claro que pareciera un mandamiento mas el que muchos mártires sean sacrificados por unos pocos que se toman el trono para hacerse del poder y protegerse ellos y su descendencia con la lucha de nuestro valeroso ejercito y después se marchana otras naciones extranjeras a disfrutar de las riquezas que han obtenido en esas cruzadas politiqueras ostentando el honor y la gloria que bien merecido la tendría los que verdaderamente salen a ponerle el alma y el pecho a combatir la violencia incontrolada naciente del inconformismo que produce la impunidad y la impotencia de ver tanta desigualdad e injusticia.

Acá no está pasando nadanuevo otros países siempre han mirado a Colombia como una nación imperceptible para ciertas cosas pero grande en riquezas; las mismas que han explotado y despilfarrado aquellos extranjeros que vinieron a engañar indios a saquear minas y violar mujeres países que ahora señalan con hipocresía y horror el deterioro social que se nos vino encima. Ellos que prepararon la trampa son los que desdibujan...