Cajas de carton
Era lunes, la primera semana de noviembre. La temporada de uvas se había terminado y ya podía ir a la escuela... (...)
Cuando Papá y Roberto se fueron a trabajar, sentí un granalivio. Fui a la cima de una pendiente cerca de la choza y contemplé a la "Carcanchita" en su camino hasta que desapareció en una nube de polvo.
Dos horas más tarde, a eso de las ocho, esperaba el camiónde la escuela. Por fin llegó. Subí y me senté en un asiento desocupado. Todos los niños se entretenían hablando o gritando.
Estaba nerviosísimo cuando el camión se paró delante de la escuela. Mirépor la ventana y vi una muchedumbre de niños. Algunos llevaban libros, otros juguetes. Me bajé del camión, metí las manos en los bolsillos, y fui a la oficina del director. Cuando entré oí la voz deuna mujer diciéndome: «May I help you?». Me sobresalté. Nadie me había hablado inglés desde hacía meses. Por varios segundos me quedé sin poder contestar. Al fin, después de mucho esfuerzo, conseguídecirle en inglés que me quería matricular en el sexto grado. La señora entonces me hizo una serie de preguntas que me parecieron impertinentes. Luego me llevó a la sala de clase.
El señor Lema, elmaestro de sexto grado, me saludó cordialmente, me asignó un pupitre, y me presentó a la clase. Estaba tan nervioso y tan asustado en ese momento cuando todos me miraban que deseé estar con Papá y Robertopizcando algodón. Después de pasar la lista, el señor Lema le dio a la clase la asignatura de la primera hora. «Lo primero que haremos esta mañana es terminar de leer el cuento que comenzamos ayer»,dijo con entusiasmo. Se acercó a mí, me dio su libro y me pidió que leyera. «Estamos en la página 125», me dijo. Cuando lo oí, sentí que toda la sangre me subía a la cabeza; me sentí indeciso. Abrí ellibro a la página 125. Mi boca estaba seca. Los ojos comenzaron a aguar. El señor Lema entonces le pidió a otro niño que leyera.
Durante el resto de la hora me empecé a enojar más y más conmigo...
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