caliente, así que el debate se trasladó hacia el calentamiento global que nos llevaría,en breve a un planeta invivible en el que hervirían los océanos. El gusto porelcatastrofismo parece infinito. Hoy no se exagera tanto.Para explicar el calentamiento global se comenzó a echar la culpa a diversosfenómenos: la deforestación, la contaminación de laatmósfera, el agujero de la capade ozono, a El Niño, etc. Lo peor es que cada uno de esos fenómenos eran«capaces» por sí solos de producir el cambio del clima global y de unamanerainmediata. Evidentemente, esto también es una exageración. Todos elloscontribuyen, en alguna medida, al calentamiento global actual (indudable), pero aúnhay que determinar en qué medida ycuál es la inercia de la atmósfera para mostrar su influencia, y la capacidad del planeta para contrarrestar esos fenómenos. Puedeser que el calentamiento actual no se deba a ninguno deesos fenómenos y que lainfluencia de estos aún esté por mostrarse A. El problema es que desconocemos el por qué de este calentamiento, ni en quémedida la acción del hombrecontribuye a ello. Además, hasta el momento, no hahabido una redistribución de los climas zonales, sino que los climas han tenidociclos más cálidos y más secos, o más húmedos, según loscasos; pero siempredentro de los umbrales máximos y mínimos de cada climaPor lo que sabemos el calentamiento global no implica un cambio climático. No es probable que en un plazo breve,varias décadas, el clima de la Tierra cambie tantocomo para que haya una redistribución de los climas. En épocas históricas ya hahabido períodos más cálidos y más fríos sin que estoocurra. Además, de la mismamanera que no sabemos por qué se está calentando el clima, tampoco sabemos sivolverá a enfriarse. Y es que el clima de la Tierra cambia naturalmente
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