Calentamiento y enfriamiento
El Congreso de este país esuna vergüenza y el equipo del ejecutivo es vergonzante. Pero lo peor no es eso, sino que a lo largo de estos dos periodos de gobierno de Uribe se ha instaurado la desvergüenza moral y política como la máxima de los gobernantes y los legisladores, y con ello se ha hundido en el pantano la moral general del pueblo colombiano. El mayor esfuerzo del uribismo ha sido instalar en nuestro contexto socialy político la cultura traqueta y mafiosa de la trampa, del cinismo y la atarbanería, del irrespeto por la verdad, la dignidad y la vida como algo tolerable y permitido. Esta cultura se retrata perfectamente en la petición que le hacía Álvaro Uribe a los congresistas de la aplanadora uribista investigados por parapolítica de que mientras no estuvieran condenados no se inhibieran de votar en elcongreso sus proyectos para incrementar el terror, el hambre y la miseria.
Muy poco de qué pegarse. Las propuestas para congreso y presidencia son apenas reediciones más burdas o más elaboradas de la política de seguridad democrática con la que Uribe a intentado extinguir al movimiento popular y beneficiar al capital sin miramientos políticos ni éticos. De hecho, los caciques del congreso que secierra ahora, investigados por parapolítica y narcotráfico se las han ingeniado para colocar sus fichas que les garanticen su continuidad en el poder legislativo para el próximo periodo, sin que, ante la postración moral del pueblo y las instituciones haya poder capaz de impedirlo. Nunca como hoy hubo tanta corrupción en las campañas políticas y sin embargo todo seguirá como si nada.
Es ciertoque aún persisten figuras respetables, dignas y honestas empeñadas en dar la pelea desde estas instituciones. Piedad Córdoba, Jorge Enrique Robledo, Germán Reyes, Gloria Cuartas, entre otros, son ejemplo, de tesón, compromiso y honestidad por la causa de la transformación social. Pero la condición de minoría en que llegan al Congreso los vuelve impotentes y al pueblo que vota por ellos les restriegaen la cara su ingenuidad. Este voto, por más bien intencionado que sea, termina siendo perjudicial para el país porque legitima la democracia de muerte que ha construido la élite asesina de este país. ¿O cree usted que el descuento del 10% en la matrícula de la universidad pública, medio día de trabajo y otras prebendas por el estilo justificarían empeñar el futuro del país en este tipo dedemocracia?
Y para el caso de las elecciones presidenciales el panorama es todavía más desolador. Ni un solo personaje que merezca el favor del pueblo, por sus historias de reformas humillantes y traiciones aberrantes. Todos son una continuidad del uribismo, incluso el candidato del Polo, Gustavo Petro, cuya única función en esta campaña fue haber sacado del camino al único personaje que se pensabaen serio la renovación de la política como un compromiso ético con el país. Los demás, los que se reclaman independientes son meros ventrílocuos del capital. Incluso su discurso de renovación política es una mera estrategia publicitaria como la del exalcalde de Medellín, Sergio Fajardo, que se lanza a esta campaña con las manos y el corazón sucios de la sangre derramada por los paramilitares con...
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