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Páginas: 28 (6971 palabras)
Publicado: 27 de mayo de 2013
Estudio de Economía y Cultura: Impacto económico del sector cultural en Colombia.
David Melo
Omar López
El Convenio Andrés Bello y el Ministerio de Cultura de Colombia financiaron desde octubre de 1999 hasta junio de 2001 un grupo de investigación para evaluar el impacto económico del sector cultural en el país. El grupo encargado del diseño de esta investigación realizó una exhaustivarevisión bibliográfica y adoptó para otros sectores los procesos metodológicos desarrollados por el CERLALC para la industria editorial. Así mismo, complementaron este diseño con las propuestas de investigación consignadas en dos documentos:
El impacto económico de las industrias protegidas por el Derecho de Autor, elaborado por la empresa colombiana Pachón Asociados por encargo de laDirección General del Derecho de Autor y el CERLALC en 1989.
Las industrias de la cultura y el ocio en España, preparado por los investigadores María Isabel García, Yolanda Fernández y José Luis Zofío para la Fundación Autor de la Sociedad General de Autores de España, SGAE en el año 2000.
Si el grupo de investigación hubiera asumido una definición antropológica del concepto de cultura, habría tenidoque estudiar el impacto económico de prácticamente todas las actividades productivas del hombre, pues cada una de ellas en últimas conforma su cultura.
En el otro extremo, el grupo podría haber asumido una definición mucho más restringida, entendiendo por cultura lo que los no especialistas usualmente entienden por este término, es decir, un conjunto de actividades artísticas a las queusualmente se afilia un selecto grupo de personas preparadas desde el punto de vista intelectual o académico (la ópera, los clásicos de la literatura, la pintura o la música).
En la búsqueda de una definición que permitiera circunscribir el ámbito de trabajo de la investigación que se habían planteado el Convenio Andrés Bello y el Ministerio de Cultura, se encontró una definición elaborada por laOrganización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO). Para ellos, y también para el Estudio de Economía y Cultura, las posibilidades de explotación comercial de la creación artística están estrechamente vinculadas con el derecho de autor. La UNESCO propone el concepto de “industria cultural”, introducido desde los años cincuenta por Theodor Adorno y MaxHorkheimer de la Escuela de Frankfurt principalmente para describir “la cultura tecnológica de masas en oposición a la alternativa de producción cultural individual y auténtica de las artes puras”1.
En su definición, elaborada a finales de los noventa, la UNESCO elimina la diferenciación entre cultura de masas y cultura de élite sugerida por Adorno y plantea una noción de industrias culturalesasociada con el concepto de creación o de la creatividad en una perspectiva amplia. Y en el propósito de articular dimensiones tan abstractas como la cultura, el arte, la creación o la creatividad con otras tan concretas como la industria, la economía o el mercado, vincula su definición de industria cultural con el derecho de autor: las industrias culturales son aquéllas que reproducen a escalaindustrial y comercializan obras protegidas por el derecho de autor depositadas en un soporte físico. Quedan así ligados tres campos para algunos difíciles de conciliar: la cultura, la economía y el derecho.
El marco normativo que provee la legislación sobre derecho de autor constituye una base apropiada para la reglamentación desde el punto de vista legal de la comercialización de la actividadcultural, que gradualmente ha adquirido un importante valor desde el punto de vista económico, aunque para la mayoría su valor es o debería ser fundamentalmente intangible. Ese reclamo que tradicionalmente han hecho los artistas o los creadores para recibir el reconocimiento de la sociedad sobre la validez de su quehacer y de la importancia de construir condiciones de sostenibilidad para ejercer...
Estudio de Economía y Cultura: Impacto económico del sector cultural en Colombia.
David Melo
Omar López
El Convenio Andrés Bello y el Ministerio de Cultura de Colombia financiaron desde octubre de 1999 hasta junio de 2001 un grupo de investigación para evaluar el impacto económico del sector cultural en el país. El grupo encargado del diseño de esta investigación realizó una exhaustivarevisión bibliográfica y adoptó para otros sectores los procesos metodológicos desarrollados por el CERLALC para la industria editorial. Así mismo, complementaron este diseño con las propuestas de investigación consignadas en dos documentos:
El impacto económico de las industrias protegidas por el Derecho de Autor, elaborado por la empresa colombiana Pachón Asociados por encargo de laDirección General del Derecho de Autor y el CERLALC en 1989.
Las industrias de la cultura y el ocio en España, preparado por los investigadores María Isabel García, Yolanda Fernández y José Luis Zofío para la Fundación Autor de la Sociedad General de Autores de España, SGAE en el año 2000.
Si el grupo de investigación hubiera asumido una definición antropológica del concepto de cultura, habría tenidoque estudiar el impacto económico de prácticamente todas las actividades productivas del hombre, pues cada una de ellas en últimas conforma su cultura.
En el otro extremo, el grupo podría haber asumido una definición mucho más restringida, entendiendo por cultura lo que los no especialistas usualmente entienden por este término, es decir, un conjunto de actividades artísticas a las queusualmente se afilia un selecto grupo de personas preparadas desde el punto de vista intelectual o académico (la ópera, los clásicos de la literatura, la pintura o la música).
En la búsqueda de una definición que permitiera circunscribir el ámbito de trabajo de la investigación que se habían planteado el Convenio Andrés Bello y el Ministerio de Cultura, se encontró una definición elaborada por laOrganización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO). Para ellos, y también para el Estudio de Economía y Cultura, las posibilidades de explotación comercial de la creación artística están estrechamente vinculadas con el derecho de autor. La UNESCO propone el concepto de “industria cultural”, introducido desde los años cincuenta por Theodor Adorno y MaxHorkheimer de la Escuela de Frankfurt principalmente para describir “la cultura tecnológica de masas en oposición a la alternativa de producción cultural individual y auténtica de las artes puras”1.
En su definición, elaborada a finales de los noventa, la UNESCO elimina la diferenciación entre cultura de masas y cultura de élite sugerida por Adorno y plantea una noción de industrias culturalesasociada con el concepto de creación o de la creatividad en una perspectiva amplia. Y en el propósito de articular dimensiones tan abstractas como la cultura, el arte, la creación o la creatividad con otras tan concretas como la industria, la economía o el mercado, vincula su definición de industria cultural con el derecho de autor: las industrias culturales son aquéllas que reproducen a escalaindustrial y comercializan obras protegidas por el derecho de autor depositadas en un soporte físico. Quedan así ligados tres campos para algunos difíciles de conciliar: la cultura, la economía y el derecho.
El marco normativo que provee la legislación sobre derecho de autor constituye una base apropiada para la reglamentación desde el punto de vista legal de la comercialización de la actividadcultural, que gradualmente ha adquirido un importante valor desde el punto de vista económico, aunque para la mayoría su valor es o debería ser fundamentalmente intangible. Ese reclamo que tradicionalmente han hecho los artistas o los creadores para recibir el reconocimiento de la sociedad sobre la validez de su quehacer y de la importancia de construir condiciones de sostenibilidad para ejercer...
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