Calum

CALUM

Control.
Poder.
Gloria.
Admiración.
Aceptación…
Es lo que nos prometieron cuando nos ofrecimos voluntarios; sin embargo, nadie
tenía idea de los horrores que se vivían ahí abajo.
La gente allá fuera estaba verdaderamente ciega. La mayoría vivía su vida sin
tener idea del verdadero objetivo de su gobierno; todos estaban enfocados en no
decepcionar al líder o no hacer nada que le moleste.Nuestro gobernante y los suyos dijeron que nos ayudarían a mejorar; prometieron
que seríamos más inteligentes, veloces, fuertes, ágiles y agraciados… nos
prometieron que alcanzaríamos la gloria del Vilitel. Sin embargo, desde que
pusimos un pie en ese palacio nos trataron como animales salvajes: tirados en un
calabozo subterráneo, donde la luz era casi nula, las camas duras y los techos
llenos degoteras, sin mencionar el frío nocturno que nos calaba hasta los huesos.
No había día que pudiéramos escapar de los horrores que nos aguardaban:
inyecciones, trasplantes, extracciones de sangre, análisis de ADN, cirugías, entre
tantas otras cosas que nos hacían, como si fuéramos sus mascotas, como si
fuéramos sus conejillos de indias.
Cuando estábamos en medio de una sesión dolorosa, sus palabas dealiento eran:
sea todo por la causa. ¡Qué causa ni qué patrañas!, lo único que queríamos era un
lugar en la sociedad, ser seres completos, únicos, aptos para reconstruir el mundo
que nuestros ancestros dañaron y llegar al fin a la paz; ser todo lo que el Vilitel
siempre dijo que debe ser la especie humana, ser como él.

Pero claro, nadie nunca pudo imaginar cuál sería su verdadera causa:supersoldados.
Resulta que no querían voluntarios para convertirlos en los nuevos prototipos de la
raza ideal, la que traiga sosiego a la tierra; querían objetos de experimentación
que prueben las primeras versiones de los sueros para comprobar que son aptas
para su uso en humanos, estudiar sus efectos secundarios y sus reacciones en los
cuerpos, y así corregirlas para administrárselas al grupo deseleccionados que
mostraron aptitudes para convertirse en supersoldados, e incluso, al mismísimo
Vilitel.
Crearían un ejército, uno tan impecable e invencible que podría terminar con la
guerra, e incluso con los propios insurgentes de Calum.
La guerra es todo lo que sabemos, todo lo que hemos vivido desde siempre; el
Vilitel dice querer paz, dice querer terminar esta era de odio y crear una mejor conseres humanos más avanzados, pero sus acciones demuestran lo contrario: limitó
estrictamente el contacto con cualquiera que estuviese fuera de Calum para evitar
a los traidores;

para hacer enfático su punto cercó todo el perímetro del

departamento urbano con alambre electrificado. Nos dijo que nos estaba
protegiendo, que era una demostración de poder contra los enemigos de Erit, que
así nadie seatrevería a atacarnos si ven el poder que tenemos. Nos convenció de
que Erit era la tierra mala, que sus búsquedas de paz eran solo pantallas para que
bajemos las defensas, que no debemos creerles porque lo único que quieren es
un apocalipsis que nos destruya, pero a estas alturas ya no creo nada de lo que
dice el Vilitel.
Hubo muchos incidentes por el tema, sublevaciones, personas que trataron decruzar la valla camuflados por la oscuridad de la noche, pero nada les sirvió, de
hecho, lo empeoraron: el Vilitel implementó un toque de queda. Quien esté fuera
de su casa sin autorización desde las diez y media de la noche hasta las seis de la
mañana, sería acusado de traición y ejecutado según las normas de Calum.

Nuestra vida siempre estuvo marcada por el temor: temor a pasar hambre, frío, aque nos ataquen por las noches, a que lo poco que tenemos se pierda en las
sombras de la guerra; no había noche que no apagáramos la luz con miedo a
despertar y encontrar un mundo más destruido, o peor; a no despertar.
Por eso el Vilitel obtenía cada año muchos voluntarios: ofrecía algo que era casi
imposible de rechazar, ofrecía liberarse del miedo, o aún mejor, poder controlar el
miedo....