Camarico, la morada del diablo

CAMARICO, LA MORADA DEL DIABLO
Antonio Cardenas Tabies
Leyendas de la Región de Ohiggins
A ocho kilómetros de Rosario, hacia el poniente, frente al camino que lleva a Quinta de Tilcoco, está ubicada la hacienda Camarico.
La vía es angosta, y a ambos lados, se levantan altos eucaliptus y encinas.
A la entrada están las amarillas puertas del lugar; a corta distancia hacia el sur, Camaricopropiamente tal, con su portón de quinchas de cien años; donde sólo queda una hoja de la famosa tranquera de madera de acacia, la otra es de una madera menos insigne.
El diablo vive en Camarico y desde aquí sale a recorrerlos cuatro confines de la tierra.
Aparece en una carretera tirada por bueyes y al pasar por el portón, éste se abre de par en par, pese a sus grandes y seguros candados. Cuandovan a ver, la puerta está intacta: sus cerraduras puestas y cerradas herméticamente. Al pasar la carreta alumbra todo el poblado y produce un ruido infernal. Se dirige luego a la llanura conocida con el nombre de “Valle Hermoso” en donde existen varios entierros den oro y plata que el diablo cuida celosamente.
Otras veces, ven venir de la planicie un lujoso coche, que pasa el portón y seencamina hacia las afueras de la hacienda.
El predio tiene ocho viviendas, las casas patronales y una capilla. Había aquí antes un aserradero donde trabajaban alrededor de doce hombres con sus mujeres y sus hijo, totalizaban unas cuarentas personas. Dormían junto a las sierras, pero cuando una noche vieron pasar al diablo en su carreta y detenerse para hacer andar las máquinas, sintieron miedo y,construyeron una casa a una cuadra del lugar.

A la oración ya anda don “Satita”. Así le llamaban al diablo en Camarico; golpea las puertas, luego se escucha el ruido de carretillas y cadenas que se pierden el valle. Nadie sale de sus casas; todos permanecen horas y horas en silencio y muchos son los que rezan.

Aquí vivió también don Chuma, a este hombre le salió el “Travieso” (diablo) una nocheen el camino. Una mujer vestida de negro lo apartaba de la ruta. Como don Chuma ere un hombre fuerte, la mujer crecía para poder doblegarlo y cuando lo consiguió lo lanzó varios metros de distancia a unas zarzamoras, Don Chuma miró su contrincante y espantado vio a un gigante que le pelaba unos enormes dientes y la salía fuego por la boca. Allí mismo cayó desmayado, siendo encontrado horas mástardes por sus familiares.

Don Máximo, regresaba en su caballo con una calabaza llena de vino. Éste se encabritó al ver un enorme “ternero” puesto delante suyo y dándole de cornadas hasta que el hombre y caballo rodaron por el suelo. El “ternero” convertido en hombre con enormes dientes rojos bebió el vino y rió a carcajadas; don Máximo pronunció el nombre de Dios en su dolor y Luciferdesapareció.

Hay alguien más. Un inquilino del fundo, en la puerta de la hacienda, encontró la negra manta de castilla de su patrón botada en el suelo; al querer tomarla fue cogido por ésta, envolviéndolo y lo elevo por los aires, y si no es que pronuncia el nombre de la virgen, se lo lleva; lo dejó caer desde unos cinco metros de altura quebrándole varias costillas.

Un afuerino, recién llegado,encontró un hombre durmiendo en la puerta en la puerta de un fundo arropado con un poncho negro, creyendo que era otro trabajador, le dijo:
__Levántese iñor, no esté acostado aquí, mire que la humedad le hace mal.
El hombre dio una risotada tras mostrar unas largas y puntiagudas muelas que ardían y le contestó:
__Oiga joven, no tenga nunca la costumbre de despertar a los que están durmiendo ydesapareció.
El afuerino pidió el “arreglo” de algunos días trabajados en la hacienda y se fue.

Doña Panchita, que murió de ciento veinte años, contaba que ella una vez estaba sentada al lado del fogón de su cocina en un “piso” de madera, noto que su banca se hundía en la tierra, y al sentarse en otro sitio, vio desde un hoyo salir lenguas de fuego que se cruzaban entre si y un olor a azufre...