CAMBIAR EL FINAL DEL CUENTO LAURO
Cuando la persona le pidió insistentemente que le dibujara el cordero que él quería, quedó pensativamente por un rato y le dijo: - si quieres que te dibuje uncordero, debes llevarme a tu país para saber cómo es el animal, ya que el lugar donde vivo los corderos son como te los he dibujado.
El niño acepto la petición y fueacompañado a un país muy lejano de la región oriente del globo terráqueo, un lugar con casas muy extrañas, donde la gente vestía con una especie de túnicas, además todo suterritorio era bordeado por una enorme muralla de piedra y grecas en los bordes. El niño ni tardo ni perezoso recorrió palmo a palmo tratando de buscar lo más rápido aquelcordero, del cual pudiera copiar el principito. Para ello resulta que todos los habitantes le decían que si quería encontrar aquel cordero para dibujar tenían que ir aaquella reserva ecológica, donde únicamente tenían algunos cuantos, puesto que ya estaban en peligro de extinción.
Ambos se apresuraron para llegar a ese paradisiacolugar, y grande fue su sorpresa cuando le mostraron el dizque llamado cordero, que en realidad para otros era un pequeño berrendo, el principito un tanto confundido ledijo: - tú quieres que te dibuje un cordero y lo que tú me estas mostrando es un pequeño berrendo.
El niño disgustado ante aquella expresión dijo: - ¡no sé porque lo queaquí llamamos cordero, en tu país le llaman berrendo, ese animal no existe!, pero en fin, dijo el niño, para cumplir mi felicidad dibújame entonces un berrendo; elprincipito lo hizo así y se dio cuenta que había hecho feliz finalmente a un ser humano en la faz de este mundo, y colorín colorado, este bellísimo cuento se ha acabado.
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