cambios educacional en chile

“La ciencia puede divertirnos y fascinarnos,
pero es la Ingeniería la que cambia al mundo”
Isaac Asimov

“¿Exposición oral, pruebas de redacción, ensayos? Voy a ser ingeniero, no abogado.”Escuché esta frase hoy, algunas horas antes de empezar a escribir estas palabras, en uno de los pasillos de la universidad. Evidentemente, el comentario no pasará de una anécdota como habrán tantas otrasdurante este semestre. Sin embargo, con un poco de detenimiento y algo de agudeza, pueden sacarse algunas conclusiones de lo que dijo el compañero. Y es que nos invita a pensar en ese lugar común quehemos ido creando como carrera, sino tal vez incluso como división del conocimiento, y es que los ingenieros no sabemos o más bien no nos interesa ser (grandes) comunicadores.
Y se trata de un temacomplejo, pues el lenguaje y todas sus formas de expresión tienen tanto espacio, y todo el tiempo en nuestras vidas que es difícil creer que alguien seriamente plantee que solo piensa en expresionesaritméticas para darse a entender. El sino del tema es que creemos que lo único importante para nosotros como estudiantes es saber resolver los ejercicios matemáticos de todos los niveles que nuestrosprofesores nos planteen, con la mayor rapidez posible, una claridad sobrenatural para acumular números y obviamente, la menor cantidad de palabras posibles.
Sin embargo, tener esa percepción es unaconvención intelectual a lo menos, inocente. Basta hacer el ejercicio de pensar en explicarle a nuestros padres lo que estamos estudiando en la universidad para darnos cuenta que no podemos ser simplestraductores de tal o cual expresión algebraica.
Este podría ser nuestro punto uno. Saber que la sociedad necesita entender qué es lo que hacemos. No podemos pretender ser un círculo cerrado deinnumerables súbditos del cálculo o de los teoremas físicos para resolver esos problemas que ninguno más puede salvo nosotros –y claro, nuestra matemática- y seguir cultivando conocimiento que al final de...