camila
Una peculiaridad que sin duda es característica de la preadolescencia es la curiosidad. Y es es a raíz de esta que empecé a cuestionarme el problema de la desprotección infantil,
es decir, el desamparo de los niños desde muy temprana edad. Sobre todo, la relación de
dicha situación con el libro Lazarillo de Tormes y los vídeos “Todos los niños invisibles”.
En ambos casos podemos apreciar claros ejemplos de la desprotección infantil. En el
libro de origen anónimo esto se advierte en el hecho de que su protagonista, Lázaro, no recibió con ninguno de sus tutores un buen cuidado; el amo ciego lo trataba de tonto y
abusaba de él físicamente; el clérigo no lo alimentaba; y el escudero no lo cuidaba. Mientras que en los videos de UNICEF, podemos observar el desamparo a través de la
presentación de diferentes casos de niños que son desprotegidos. Uros Petroviae, por
ejemplo, es un niño fue mandado a un internado luego de haber cometido distintos delitos y al salir de ella se encuentra con su familia que, en lugar de contenerlo, lo obliga a seguir
cometiendo delitos. Otro ejemplo es el de Blanca, una niña con padres enfermos de SIDA que es discriminada en el colegio por dicha enfermedad de sus progenitores. Es decir,
una víctima de bullying o maltrato escolar. Podemos decir entonces, que la desprotección no solo puede ser provocada por padres,
sino que también puede surgir del abuso, tanto verbal como físico, por parte de
compañeros de escuela.
Ahora bien, yo me pregunto: ¿qué podemos hacer para detener este atropello? y, ¿de quién es la culpa?. Definitivamente, algo deberíamos hacer si queremos que esto no siga
ocurriendo ya que es injusto que haya niños que sufran de este maltrato desmedido y nadie cuide de ellos. Además, creo fervientemente que todos los seres humanos
debemos, más allá de nuestra raza, religión o situación económica, ser respetados y ...
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