Camilo
Sócrates expresa:
"-Y en verdad, aunque me atengo a muchas razones para creer que estamos fundando la ciudad más
perfecta posible, lo afirmo, sobre todo, al considerarnuestro reglamento sobre la poesía.
-¿Qué reglamento? -preguntó.
-El que no admite en forma alguna que sea imitativa. Ahora, después de haber precisado con claridad las diferentespartes del alma, esta prohibición me parece de una necesidad mas absoluta y evidente."
Aquí vuelve a remitirse lo que trató en los libros II y III. Por eso, al referirse a la poesía,expresa que los únicos poemas que deben admitirse son los himnos en honor a los dioses y los elogios de los grandes hombres.
Al final del diálogo señala cuál será el destino de los justos yde los injustos. La mayor recompensa
para la virtud consiste en la inmortalidad.
La justicia, como ha demostrado antes, recibe ya su recompensa por sí misma en este mundo; perotodavía le aguarda una zona de fe y confianza, el premio definitivo. Para que lo ultimo resulte comprensible, expone el mito de Er. Los tiranos y responsables de injusticias reciben el castigomerecido por sus actos.
Según se deduce de la fábula, todas las almas son iguales; serán durante su existencia terrena lo que ellas
elijan. Por orden, cada una de ellas expresa supreferencia; pero, incluso para la última en elegir, si lo sabe hacer con discreción, se le presenta una vida amable. De esta preferencia previa depende la suma de bienes y de males que leesperan.
Sócrates, le pide a Glaucón que le preste atención, reconociendo:
El alma, es lo bastante fuerte para tolerar todos los bienes y todos los males; sin embargo, guiada por lainteligencia, debe seguir el camino del bien y practicar la justicia, para que cada uno sea el mejor amigo de sí mismo y de los dioses, haciéndose acreedor a una verdadera inmortalidad.
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