Camilo
Nos referimos a las celebraciones sagradas de la palabra de Dios, anteriormente llamadas vigilias bíblicas y paraliturgias, tal como nos las presenta la constitución litúrgica Sacrosanctum concilium 35,4, cuyo desarrollo ritual encontramos en la instrucción litúrgica ínter Oecumenici 37-39, en correspondencia con la llamada liturgia de la palabra, en la eucaristía. De todos modos,estas celebraciones sagradas de la palabra de Dios han sido referidas especialmente a las celebraciones de la palabra de Dios sin sacerdote (Ordo Lectionum Missae, 2ª. ed., 1981, 62. En adelante, OLM). Cuando nos adentramos en el estudio teológico y pastoral de las celebraciones de la palabra, intentamos reflexionar sobre la celebración de la palabra de Dios desde el sentido de la presencia de estapalabra en la celebración; o, con otras palabras, queremos tratar principalmente no del sacramento de la palabra, sino de la palabra en el sacramento. La terminología palabra de Dios o palabra de Yavé aparece ya en el Antiguo y en el Nuevo Testamento (1 Sam 3,7; 1Tes 2,13). El quicio de nuestro estudio sobre las celebraciones de la palabra, en cuanto acto celebrativo autónomo y específico, estáen la relación entre la palabra y el rito litúrgico, y el contexto responde a las relaciones generales entre biblia y liturgia (Sacrosanctum concilium 24.33.35.51.52; Dei Verbum 21. En adelante, SC y DV).
LA CELEBRACION DE LA PALABRA
“En las distintas celebraciones y en las diversas asambleas de fieles que participan en dichas celebraciones, se expresan de modo admirable los múltiples tesoros dela única palabra de Dios, ya sea en el transcurso del año litúrgico, en el que se recuerda el misterio de Cristo en su desarrollo, ya en la celebración de los sacramentos y sacramentales de la Iglesia, o en la respuesta de cada fiel a la acción interna del Espíritu Santo, ya que entonces la misma celebración litúrgica, que se sostiene y se apoya principalmente en la palabra de Dios, se convierteen un acontecimiento nuevo y enriquece esta palabra con una nueva interpretación y una nueva eficacia. De este modo, en la liturgia, la Iglesia sigue fielmente el mismo sistema que usó Cristo en la lectura e interpretación de las sagradas Escrituras, puesto que él exhorta a profundizar el conjunto de las Escrituras partiendo del «hoy» de su acontecimiento personal.” “En la celebración litúrgica, lapalabra de Dios no se pronuncia de una sola manera, ni repercute siempre con la misma eficacia en los corazones de los que la escuchan, pero siempre Cristo está presente en su palabra y, realizando el misterio de salvación, santifica a los hombres y tributa al Padre el culto perfecto. Más aún, la economía de la salvación, que la palabra de Dios no cesa de recordar y de prolongar, alcanza su máspleno significado en la acción litúrgica, de modo que la celebración litúrgica se convierte en una continua, plena y eficaz exposición de esta palabra de Dios. Así, la palabra de Dios, expuesta continuamente en la liturgia, es siempre viva y eficaz por el poder del Espíritu Santo, y manifiesta el amor operante del Padre, amor indeficiente en su eficacia para con los hombres.” “La Iglesia anuncia elúnico e idéntico misterio de Cristo cuando, en la celebración litúrgica, proclama el Antiguo y el Nuevo Testamento. En efecto, en el Antiguo Testamento está latente el Nuevo, y en el Nuevo Testamento se hace patente el Antiguo. Cristo es el centro y plenitud de toda la Escritura, y también de toda celebración litúrgica; por esto, han de beber de sus fuentes todos los que buscan la salvación y lavida. Cuanto más profunda es la comprensión de la celebración litúrgica, más alta es la estima de la palabra de Dios, y lo que se afirma de una se puede afirmar de la otra, ya que una y otra recuerdan el misterio de Cristo y lo perpetúan cada una a su manera.” “La Iglesia, en la acción litúrgica, responde fielmente el mismo «Amén» que Cristo, mediador entre Dios y los hombres, con la efusión de...
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