CAMUS ALBERT Bodas

Páginas: 52 (12898 palabras) Publicado: 15 de noviembre de 2015
Albert Camus Bodas

Albert Camus Bodas

El verdugo estranguló al Cardenal
Carrafa con un cordón de seda que
se rompió: fue preciso repetir dos
veces la operación. El Cardenal
miró al verdugo sin dignarse
pronunciar una palabra.
La Duquesa de Palliano
STENDHAL

BODAS EN TIPASA
EL VIENTO DE
DJÉMILA
EL VERANO EN
ARGEL
EL DESIERTO

BODAS EN TIPASA

Tipasa es habitada en la primavera por los dioses ylos dioses hablan en el sol y en el olor de los ajenjos,
en el mar acorazado de plata y en el cielo azul crudo; en las ruinas cubiertas de flores y la luz en gruesos
bullones sobre las hacinas de piedra. A ciertas horas, la campiña negrea de sol. Vanamente tratan de asir
los ojos otra cosa que las gotas de luz y de colores que tiemblan al borde de las pestañas. El olor
voluminoso de las plantasaromáticas, rae la garganta y sofoca en el calor enorme. Apenas si puedo ver,
al fondo del paisaje, la negra masa del Chenoua que echa raíces en las colinas que rodean al pueblo y,
con seguro y pesado ritmo, se sacude para ir a acuclillarse en el mar.
Llegamos por el pueblo que ya se abre sobre la bahía. Penetramos en un mundo amarillo y azul, acogidos
por el suspiro odorífero y acre de la tierraestival en Argelia. Por doquiera las buganvillas rosadas
rebosan de los muros de las quintas; en los jardines hay malvaviscos de un rojo todavía pálido, profusión
de rosas té y delicados setos de altos iris azules. Todas las piedras queman. A la hora en que bajamos del
autobús color de ranúnculo, los carniceros hacen su ronda matinal en sus rojos carros y el sonerío de sus
bocinas llama a loshabitantes.

http://www.inicia.es/de/diego_reina/contempo/jpsartre/camus_bodas.htm (1 of 16) [12/04/2003 04:48:17]

Albert Camus Bodas

A la izquierda del puerto, una escalinata de secas piedras lleva a la ruinas por entre lentiscos y retamas.
El camino pasa frente a un pequeño faro y penetra luego en campo abierto. Ya desde el pie del faro,
sordas plantas grasosas, de flores violetas, amarillas yrojas, descienden hacia las primeras rocas que el
mar chupa con un ruido de besos. De pie en el viento ligero, bajo el sol que nos quema sólo un lado del
rostro, miramos la luz que desciende del cielo, el mar sin una arruga, y la sonrisa de sus dientes lucientes.
Antes de entrar en el reino de las ruinas, somos, por vez postrera, espectadores.
Al cabo de unos pasos, los ajenjos nos sofocan. Sulana gris cubre las ruinas hasta donde la mirada
alcanza. Su esencia fermenta bajo el calor, y de la tierra al sol sube, por toda la extensión del mundo, un
alcohol generoso que hace vacilar al cielo. Marchamos al encuentro del amor y el deseo. No buscamos
lecciones, ni la amarga filosofía que se le pide a la grandeza. Fuera del sol, los besos y los perfumes
silvestres, todo nos parece fútil. Encuanto a mí, sólo busco estar a solas. A menudo vine a este sitio con
aquellos a quienes amo y en sus rasgos leía la clara sonrisa que aquí adquiere el rostro del amor. A otros
dejo el orden y la medida. El gran libertinaje de la naturaleza y del mar me acapara totalmente. En estos
esponsales de las ruinas y de la primavera, las ruinas se han tornado piedras y, perdiendo la tersura
impuesta por elhombre, han regresado a la naturaleza. Que ha prodigado flores en el retorno de estas
hijas pródigas. Entre las losas del faro, el heliotropo asoma su cabeza redonda y blanca, y los rojos
geranios vierten su sangre sobre lo que fueran casas, templos y plazas públicas. A la manera de esos
hombres a quienes mucha ciencia hizo volver a Dios, muchos años han hecho que retornen las ruinas a
casa desu madre. Por fin las abandona hoy su pasado, y nada las distrae ya de la fuerza profunda que las
reintegra al centro de las cosas que caen.
¡Cuántas horas pasadas aplastando los ajenjos, acariciando las ruinas, tratando de acordar mi respiración
a los suspiros tumultuosos del mundo! Sumido en los salvajes olores y los conciertos de insectos
soñolientos, abro los ojos Y mi corazón a la grandeza...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Albert camus
  • Albert Camus
  • albert camus
  • ALBERT CAMUS
  • Albert camus
  • Albert camus
  • Albert Camus
  • Albert camus

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS