Canasta de cuentos mexicanos
Existen un sinnúmero de libros y películas que hablan de nuestro país, que exploran nuestra idiosincracia, nuestra forma de ver el mundo, nuestra manera de sentir ypercibir la realidad. Pero son pocas las obras que consiguen la profundidad de Canasta de cuentos mexicanos (1956), una pequeña antología de relatos escritos por Bruno Traven. Curioso que sea la mirada deun autor alemán la que desnude con tanta facilidad los días que rodeadan a un México revolucionario, en construcción, donde la bala era la ley imperante.
Canasta de cuentos mexicanos es una de lasobras más emblemáticas de Traven, autor también del reconocido Macario (posteriormente inmortalizado en el cine con Ignacio López Tarso) y La rebelión de los colgados. A través de sus páginas, Travenexamina a detalle cómo es la vida del indio mexicano, ése que trabaja en las haciendas, el explotado, el ninguneado. Con ingenio y agudeza, Traven refleja la paradoja entre la sumisión del oprimido yla viveza del revolucionario.
Yo recuerdo haber leído este libro muy pequeño, de la biblioteca personal de una de mis tías. Un poco más grande (ni tanto, la verdad), en la secundaria, una profesora deHistoria nos mando a releerlo. Aún tengo tatuados en la memoria algunos cuentos, como Canastitas en serie (relato que abre el libro, por cierto), en el que un tal Mr. Winthrop ve la oportunidad dehacer negocio con un indígena que vende artesanías; La Tigresa, un relato de una mujer indomable, dueña de una peletería, y cómo es domada por el matrimonio; o El suplicio de San Antonio, en el que untrabajador pierde su reloj y obliga a una figura del santo a devolvérselo tirándolo por el brocal de un pozo.
Como autor, Traven fue considerado un personaje misterioso, ya que siempre rechazó lapublicidad a sus libros. Alemán de nacimiento, pero mexicano por corazón, se rodeó de personalidades de la época como Gabriel Figueroa, Frida Kahlo, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, entre otros....
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