Canciones

|La Siesta | |
|Pablo Ayub | |
| | ||Abril 2003 |Nota: El cuento fue escrito|
| |en 1988 y se desarrolla en |
| |esa fecha. ||“Juicios sintéticos a priori...” creyó estar pensando, cuando la voz de un Ramón diez años más viejo | |
|(trece se corregiría luego) le decía: Perdone ...estamos por cerrar... | |
|Sin salir del sopor (aunque no se sabrá si “sopor” era la palabra) quedó mirando el ventilador, aquel| ||ventilador blanco que ya iba deteniéndose; a su izquierda tras los barrotes amarillos de la ventana,| |
|buscó el jardincito de yerbabuena que ya no estaba. Dudó, absorto y confundido. Buscó las cosas, sus | |
|cosas, las de su circunstancia, hasta que su mirada acabó varada en la calle. | |
|Unasiesta de plomo fundido. Todo sol. Casi irrepetiblemente húmeda y caliente. “Esta es una aldea, | |
|con un clima de mierda”, le decía a menudo el “Licencioso”. ¿Raúl?...habrá ido a Córdoba, se | |
|contestó automáticamente. ¿Y , “El Gallego”?. Creyó estar en la certeza que hace un par de horas | |
|lollamó por teléfono, un rato antes que él hablara con Gustavo. La asociación fue instantánea: “La | |
|soledad radical”, se le ocurrió y empezó a razonar que sería lo más apropiado. | |
|Atinó con el reloj. Las tres de la tarde, sí, de la tarde, se repitió como queriendo disponer de un | |
|datoseguro. ¿Las tres de la tarde?, ¿y por qué van a cerrar?... La pregunta lo acosó mientras la | |
|mirada se le enredaba en los objetos de la mesa deteniéndose en el libro verde. Se tomó una tregua. | |
|Creyó oír la voz del televisor, allá en el fondo. Volvió a mirar hacia fuera, ya no podría “probar | |
|algunade esas comidas”, como cierta vez había sugerido: el restaurante chino ya no estaba en su | |
|lugar. Casi se paró a cerciorarse y el paso del “18” lo tranquilizó momentáneamente. El que sería | |
|Ramón (por qué “sería”, pensó) recogía las últimas tazas. Esa es la sonrisa de Ramón, se dijo, la de | |
|ayer yla de anteayer, mientras el marrón de las sillas le otorgaba mayor seguridad pero... ¿la | |
|forma?... se inquietó... no eran las mismas... | |
|La reconfortante brisa que se colaba por la ventana durante esas siestas, lo requirió brevemente; | |
|giró lacabeza y la atención se le detuvo en una tapita: leyó “Diet Kil”... y recordó a los muchachos| |
|del “Regatas”. Tal vez haya un vino marca “Grog” o panqueques “ Queque”, se imaginó, pareciéndole lo | |
|único gracioso que le sucedía, pues empezó a aceptar que “algo estaba pasando” . | |...