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 La Expedición Auxiliadora

Entre principios de junio y comienzos septiembre, la mayoría de los Cabildo reconocen a la Junta de Buenos Aires. Pero a pocos días del 25 de mayo comienzan las dificultades. En ese tiempo llega la noticia sobre la constitución del Consejo de Regencia en Cádiz. Montevideo, Asunción, Lima y Córdoba juran acatamiento a la autoridad española.La misma actitud asume la Audiencia de Buenos Aires, conminando a hacer lo propio a los representantes del interior.
El movimiento a la Junta en la disyuntiva de asumir una actitud revolucionaria. Arguyendo la ilegalidad y la falta de representación Consejo de Regencia, el Gobierno lo desconoce, ordenando el apresamiento de Cisneros y los miembros de la Audiencia. El 22 de junio se los embarcarumbo a las Canarias.
La Expedición Auxiliadora que inicialmente seria de 500 hombres, e iba a garantizar el orden de las elecciones para Vocales Diputados a la Junta, se eleva a 1.150 plazas y marchara hacia Córdoba y el Alto Perú, donde la autoridad de la Junta es cuestionada. En la primera, su gobernador Gutiérrez de la Concha ha convocado al héroe de la Reconquista, Santiago Liniers.Consultados los sucesos de Buenos Aires, se resuelve rechazar al gobierno de la Junta por sedicioso y ultrajante de la soberanía constituida, a tiempo que se organizan milicias para someterlo. En Chuquisaca el mariscal Vicente Nieto ha desarmado, a los Patricios de guarnición en la zona, remitiéndolos a Potosí, mientras moviliza tropas adictas y solicita apoyo militar al virrey del Perú,Fernando de Abascal.
A mediados de julio parte la Expedición que se instruyera en el Monte de Casto, hoy Floresta. Los coroneles Francisco Ortiz de Ocampo y Antonio González Balcarce llevan el comando de la tropa. Van Vieytes y Feliciano Chiclana como representantes de la Junta; este último es auditor de guerra.
La Expedición avanza como se pidiera al Cabildo en nota del 25 de mayo, lamisma que exigió la distribución de Cisneros.
Llevan la orden de apresamiento contra el gobernador de Córdoba y sus partidarios. El 28, todos los miembros de la Junta (salvo el cura Alberti) firman pena de muerte para los conspiradores.
Ante la proximidad de las tropas auxiliadores, la resistencia de Córdoba se desmorona en deserciones. Ocampo entra en la ciudad sin combatir. Elresto de los opositores huye lentamente hacia el norte, separándose en algunos puntos para facilitar su escape. Que no tiene fortuna.
Entre ranchos y espinillos son detenidos los sentenciados, Liniers, el gobernador de la Concha, el coronel Santiago Allende, los funcionarios Joaquín Moreno y Victoriano Rodríguez. El único implicado que escapara a la muerte es el obispo Orellana, ventaja de sushábitos.
Como estaba previsto en la orden, menudearon los “ruegos y relaciones para comprometer su cumplimiento”. La opinión principal de Córdoba intercede por la vida de los prisioneros, y consideraciones de carácter político hacen al resto sobre el ánimo del coronel Ocampo, quien resuelve suspender la pena, enviando a los prisioneros hacia Buenos Aires con nota explicatoria.
Laguerra no da para tanto. El 19 de mayo, Liniers había escrito a Cisneros previniéndole los sucesos que iban a darse en Buenos Aires. Hacia notar que de ocurrir ese “crimen de traición”.
Moreno contesta a Ocampo, que la primera virtud de un general es la obediencia. Vieytes y Ocampo son destituidos. Detrás van Castelli, Nicolás Rodríguez Peña, 50 soldados y Domingo French.
El 25 deagosto se fusila a los condenados en Cabeza de Tigre, Córdoba.
En Montevideo, su Cabildo ha resuelto desconocer la Junta de Buenos Aires.
El hombre fuerte de la resistencia oriental es el capitán de navío José María de Salazar, ante la ausencia momentánea de Elio. El gobernados sustituto, Joaquín de Soria, dispone en septiembre bloquear por agua la costa sur del Río de la Plata....