Candid Y La Poblaci N De Santa Fe
Páginas: 10 (2297 palabras)
Publicado: 12 de marzo de 2015
SANTA FE Y EL LOGRO DE UNA VACUNA
Dra. Graciela Agnese
Una nueva enfermedad
En 1943, en Nueve de Julio, una pequeña localidad del Noroeste bonaerense, se registraron casos de una fiebre muy alta que evolucionaron con un 60% de mortalidad, según los registros efectuados en el Hospital Julio de Vedia. Diez años después, en la misma zona, los casos se reiteraron. Se trataba de FiebreHemorrágica Argentina (FHA), en aquél entonces una enfermedad desconocida.
El peón golondrina era la principal víctima pues, al realizar la cosecha de maíz a mano, vivía sobre el rastrojo donde se encontraban nidos de lauchas, algunas de cuyas especies, eran y, son, las transmisoras de la enfermedad. Estas circunstancias explican la denominación popular de “Mal de los Rastrojos”. Se trata de una virosisaguda, endemoepidémica, que afecta predominantemente a la población rural de una extensa región de la pampa húmeda. Fue reconocida y descripta en 1955 por el Dr. Rodolfo Arribálzaga médico de Bragado. Desde entonces, como una mancha de aceite, se ha ido extendiendo progresivamente sobre 150.000 Km² de la región pampeana, abarcando el noroeste de la provincia de Buenos Aires, sur de Córdoba, sur deSanta Fe y noreste de La Pampa.
La ciencia y el estado argentino se enfrentaron a un enorme desafío: una nueva virosis, en un área epidémica que progresivamente se iría extendiendo; asociado todo a la importancia económica de la región. Como se trataba de una enfermedad a virus resultaba fundamental el hallazgo de una vacuna que posibilitaría controlarla. Este fue el gran objetivo a alcanzarpor los investigadores que se desempeñaron en el campo de la enfermedad. La vacuna sería categorizada como “droga huérfana”, es decir, un producto imprescindible para una población restringida, cuyo nivel de demanda no la hacía comercialmente interesante para los laboratorios privados, de manera que tenía que ser producida por el Estado.
En 1964 la Fiebre Hemorrágica irrumpe con un virulento broteen Pergamino (provincia de Buenos Aires). El doctor Julio I. Maiztegui, desempeñándose en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), se vinculó con trabajos sobre la enfermedad y postuló que, para estudiar y controlar la virosis, debía instalarse un Instituto de investigación y atención de los enfermos en la misma zona epidémica. Fue así que, en 1965, bajo su impulso, unequipo de médicos, investigadores y técnicos del Instituto Malbrán, del Centro Piloto de Atención Médica de la Comunidad y del CEMIC se instalaron en Pergamino dando origen al Centro de Estudios para Fiebre Hemorrágica.
Julio Maiztegui realizó algo de fundamental importancia en orden a la prevención: vinculó a la población afectada con el grupo de investigadores, quiénes junto al mismo Maizteguivisitaban los pueblos afectados por la epidemia dando charlas tanto a los profesionales médicos como a la población en general en escuelas, en un galpón que era utilizado por los bomberos del lugar, en cooperativas agrarias; una colaboradora del Dr. Maiztegui, la Dra. Delia Enría, lo sintetizó en la expresión “¡si habremos andado por esos caminos polvorientos!”. Así, el grupo de Pergamino, desdelos inicios, realizó tareas relacionadas con educación para la salud logrando vincular el trabajo científico tanto con la población afectada como con los médicos de estas poblaciones, los primeros que iban a intervenir ante un brote epidémico. Y, suscitando con la población epidémica un vínculo médico-paciente.
El “Mal de los Rastrojos” llega a Santa Fe
En 1968 se registró el primer caso deFHA en el sur de Santa Fe. Al año siguiente se comprobaron cuatro, de manera que había un aumento progresivo de la enfermedad en este territorio que se convertía así en nueva zona epidémica.
Desde los primeros brotes, en la década del ’50, la población afectada asoció a la enfermedad con una muerte casi segura; en las pequeñas comunidades del sur santafesino en las que había tenido lugar el...
Dra. Graciela Agnese
Una nueva enfermedad
En 1943, en Nueve de Julio, una pequeña localidad del Noroeste bonaerense, se registraron casos de una fiebre muy alta que evolucionaron con un 60% de mortalidad, según los registros efectuados en el Hospital Julio de Vedia. Diez años después, en la misma zona, los casos se reiteraron. Se trataba de FiebreHemorrágica Argentina (FHA), en aquél entonces una enfermedad desconocida.
El peón golondrina era la principal víctima pues, al realizar la cosecha de maíz a mano, vivía sobre el rastrojo donde se encontraban nidos de lauchas, algunas de cuyas especies, eran y, son, las transmisoras de la enfermedad. Estas circunstancias explican la denominación popular de “Mal de los Rastrojos”. Se trata de una virosisaguda, endemoepidémica, que afecta predominantemente a la población rural de una extensa región de la pampa húmeda. Fue reconocida y descripta en 1955 por el Dr. Rodolfo Arribálzaga médico de Bragado. Desde entonces, como una mancha de aceite, se ha ido extendiendo progresivamente sobre 150.000 Km² de la región pampeana, abarcando el noroeste de la provincia de Buenos Aires, sur de Córdoba, sur deSanta Fe y noreste de La Pampa.
La ciencia y el estado argentino se enfrentaron a un enorme desafío: una nueva virosis, en un área epidémica que progresivamente se iría extendiendo; asociado todo a la importancia económica de la región. Como se trataba de una enfermedad a virus resultaba fundamental el hallazgo de una vacuna que posibilitaría controlarla. Este fue el gran objetivo a alcanzarpor los investigadores que se desempeñaron en el campo de la enfermedad. La vacuna sería categorizada como “droga huérfana”, es decir, un producto imprescindible para una población restringida, cuyo nivel de demanda no la hacía comercialmente interesante para los laboratorios privados, de manera que tenía que ser producida por el Estado.
En 1964 la Fiebre Hemorrágica irrumpe con un virulento broteen Pergamino (provincia de Buenos Aires). El doctor Julio I. Maiztegui, desempeñándose en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), se vinculó con trabajos sobre la enfermedad y postuló que, para estudiar y controlar la virosis, debía instalarse un Instituto de investigación y atención de los enfermos en la misma zona epidémica. Fue así que, en 1965, bajo su impulso, unequipo de médicos, investigadores y técnicos del Instituto Malbrán, del Centro Piloto de Atención Médica de la Comunidad y del CEMIC se instalaron en Pergamino dando origen al Centro de Estudios para Fiebre Hemorrágica.
Julio Maiztegui realizó algo de fundamental importancia en orden a la prevención: vinculó a la población afectada con el grupo de investigadores, quiénes junto al mismo Maizteguivisitaban los pueblos afectados por la epidemia dando charlas tanto a los profesionales médicos como a la población en general en escuelas, en un galpón que era utilizado por los bomberos del lugar, en cooperativas agrarias; una colaboradora del Dr. Maiztegui, la Dra. Delia Enría, lo sintetizó en la expresión “¡si habremos andado por esos caminos polvorientos!”. Así, el grupo de Pergamino, desdelos inicios, realizó tareas relacionadas con educación para la salud logrando vincular el trabajo científico tanto con la población afectada como con los médicos de estas poblaciones, los primeros que iban a intervenir ante un brote epidémico. Y, suscitando con la población epidémica un vínculo médico-paciente.
El “Mal de los Rastrojos” llega a Santa Fe
En 1968 se registró el primer caso deFHA en el sur de Santa Fe. Al año siguiente se comprobaron cuatro, de manera que había un aumento progresivo de la enfermedad en este territorio que se convertía así en nueva zona epidémica.
Desde los primeros brotes, en la década del ’50, la población afectada asoció a la enfermedad con una muerte casi segura; en las pequeñas comunidades del sur santafesino en las que había tenido lugar el...
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