Canek
-Hallovido mucho, hijo, y lloverá otra vez porque esta es la lluvia de Giaia.
Aún no acababa de hablar Jacinto Canek cuando empezó a llover otra vez.
-H as de saber que Giaia tuvo un hijomalollamado Giaial. Los dioses antiguos hablaron al oido de Giaia y le dijeron palabras de venganza. Giaia entonces mató a su hijo Giaial; tomó su cuerpo, lo despadazó y lo guardó dentro deunacalabaza, la cual depositó en la falda de unos cerros. Y sucedió un día que al tocar la calabaa vio que de ella salían peces. Tuvo miedo porque no entendió el símbolo de este suceso, y se alejó deaquelparaje.
Pobre del niño Guy. Es el sobrino del gueño de la hacienda y nadie le quiere. Su familia lo ha enviado al campo para que se asolee, coma cosas fuertes. En realidad lo hanmandado al campopara que no estorbe. Sus hermanos han llegado a decir que no es de la familia. Cuando Guy oye esto se le humedecen los ojos, pero entonces no dice nada. Canek es su amigo: le haregalado un caracolmarino y con el se entretiene horas y horas. Su alma se va por los camimos invisibles del viento y del mar.
Llegó a la hacienda doña Charo, una de las tías de Guy. De prontocorrió desalada, en aspaslas manos, apechugando al corpiño,arremangada la falda y se refugió en la sala. Cien veces dijo que no quería ver más indios; uno que estaba ahí, horrible, enjunto,como piedra rota. Sntiguaba ybisbiseaba.
Ni Canek ni nadie sabe quien es ni de donde viene Exa. Tenía la cara llena de tizne y las manos sucias. Se seno junto a las indias en la cocina y sepuso a desgramar maíz. Lleno su delantalde granos amarilos, blancos, negros, morados y azules. Al día siguiente renovó sus tareas; correteó entre los cerditos, acarreó agua y desgrateó maiz.
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