Canto Del Macho Anciano
Pablo de Rokha
Viviendo del recuerdo, amamantándome
del recuerdo, el recuerdo me envuelve y al retornar
a la gran soledad de la adolescencia,
padre y abuelo, padre deinnumerables familias,
rasguño los rescoldos, y la ceniza helada agranda
la desesperación
en la que todos están muertos entre muertos,
y la más amada de las mujeres, retumba en
la tumba de truenos yhéroes
labrada con palancas universales o como bramando.
¿En qué bosques de fusiles nos esconderemos
de aquestos pellejos ardiendo?
porque es terrible el seguirse a sí mismo cuando
lo hicimostodo, lo quisimos todo,
lo pudimos todo y se nos quebraron
las manos,
las manos y los dientes mordiendo hierro con
fuego;
y ahora como se desciende terriblemente de
lo cotidiano a lo infinito,ataúd por ataúd,
desbarrancándonos como peñascos o como caballos
mundo abajo,
vamos con extraños, paso a paso y tranco a tranco
midiendo el derrumbamiento general,
calculándolo, a la sordina,
yde ahí entonces la prudencia que es la derrota
de la ancianidad;
vacías restan las botellas,
gastados los zapatos y desaparecidos los amigos
más queridos, nuestro viejo tiempo, la época
y tú,Winétt, colosal e inexorable.
Todas las cosas van siguiendo mis pisadas
ladrando desesperadamente,
como un acompañamiento fúnebre, mordiendo
el siniestro funeral del mundo, como
el entierro nacionalde las edades, y yo voy muerto andando.
Infinitamente cansado, desengañado, errado,
con la sensación categórica de haberme equivocado
en lo ejecutado o desperdiciado
o abandonado o atropelladoal avatar del
destino
en la inutilidad de existir y su gran carrera
despedazada;
comprendo y admiro a los líderes,
pero soy el coordinador de la angustia del universo,
el suicida que apostó sudestino a la baraja
de la expresionalidad y lo ganó perdiendo
el derecho a perderlo,
el hombre que rompe su época y arrasándola, le da
categoría y régimen,
pero queda hecho pedazos y a la...
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