CANTÉ CON FLORENTINO




CANTÉ CON FLORENTINO

El ámbito de mi actividad es el universo entero, tengo el poder de la ubicuidad. Puedo estar en Neptuno y al mismo tiempo en Júpiter, aunque prefiero permanecer muy cerca del rojo incandescente de Marte; me desplazo a gran velocidad, pero soy levemente más lento que la luz del día, único enemigo a quien temo. Siento especial predilección por la Tierra, allá tengo elmejor campo para el reclutamiento de colaboradores. En ese planeta, en Venezuela para ser más preciso, tengo un representante que hace muy bien su trabajo, maneja con mucha habilidad la maldad y en cuanto a mentiras y engaños no le gana nadie excepto una persona “muy poderosa”, como suelen decir allá, quien es el paladín del cinismo.
Mi representante me rinde informes de las actividades querealiza con el fin de ganar adeptos para mi causa. Está haciendo una labor muy meritoria; su última conquista fue un terrateniente que cada vez tiene más apetencias por las finquitas de los campesinos y por los créditos del gobierno; lo hemos estado entrenando y ya muestra su potencial; es un hombre muy eficiente, ha asimilado las lecciones de egoísmo y hasta ha mejorado nuestros métodos paraaplicar la avaricia; es un excelente candidato para el Infierno, compite con un funcionario del Instituto de Créditos, quien es muy bueno en cobrar comisiones y en el desvío de los fondos públicos.
En mi próximo viaje a Venezuela aprovecharé la oportunidad para promocionar mis ofertas atractivas para flojos, oportunistas e irresponsables. Encargaré de esa promoción a un agente experimentadoy le pediré que capte a todas aquellas personas que esperan que otros resuelvan sus problemas, a los despreocupados por el día siguiente, que no piensan en la educación propia ni en cumplir ningún compromiso, mucho menos en educar a los hijos que irresponsablemente procrean, aquellos que dejan esos quehaceres a otras personas “atormentadas” que andan por ahí pensando en la buena conducta.
Conmis promesas halagadoras, aún sabiendo que no se si podré cumplirlas, espero captar millones de ingenuos que me mantendrán como ídolo durante muchos años.
En mi última visita pasé varios días en los llanos de Barinas. Estos llaneros me recuerdan con facilidad porque el poeta Alberto Arvelo Torrealba ha contado magistralmente esa visita; cuando la mencionan dicen con nostalgia y la entonacióntípica del llanero: “Eso fue jáce mucho tiempo, cuando los copleros amanecían cantando al pié del arpa con la garganta clariiita. Ésos eran copleros de verdá”. Es cierto, hace mucho tiempo, pero cuando uno tiene buena memoria, nada le parece tan lejano.
Me había llegado el comentario de un catire muy famoso al que nadie le ganaba un contrapunteo. Los informes de mis agentes terrenales loseñalaban como digno de una pasantía en el Infierno por arrogante, por indomable; por esa razón no habían podido inculcarle mis principios. Me interesé en resolver este caso personalmente, así que decidí confrontarlo y busqué el momento oportuno.
Era una noche oscura salpicada de luciérnagas y cantos de aguaitacaminos. Sobre mi caballo negro, negro como mi traje, negro como mi sombrero, negrocomo mi cobija, recorrí la inmensidad de la llanura. En el caño de Las Ánimas encontré al catire Florentino, así se llamaba el coplero, tratando de beber agua de un profundo pozo; fue ahí donde, por primera vez, lo hice victima de mi poder. Todavía debe estar buscándole explicación al misterio de ver agua en el pozo, oír el ruido del choque del cacho de beber contra la superficie del agua y alsubirlo y llevárselo a la boca solo encontrar arena. Esa noche fui para él una sombra misteriosa, un espanto sabanero que lo retó a contrapuntear en el pueblo de Santa Inés. Escogí este poblado porque es simbólico para algunos venezolanos y muy en particular para los barineses. Aquí se libró una batalla en la que yo metí la mano; no tuve nada que ver con la táctica o la estrategia militar...